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La fiscalía descarta citar al 'héroe anónimo' del atentado de Madrid porque 'procesalmente no existe'

El fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, anunció ayer que la Fiscalía ha descartado citar a declarar como testigo al ciudadano anónimo que la semana pasada siguió a dos integrantes del comando Madrid de ETA cuando acababan de hacer estallar un coche bomba y cuya colaboración resultó decisiva para su detención. 'No se va a pedir su declaración porque procesalmente no existe', precisó Fungairiño. La colaboración del este ciudadano posibilitó la captura de los etarras Aitor García Aliaga y Ana Belén Egues Gurrutxaga minutos después del atentado con coche-bomba en la calle de Corazón de María de madrid.

La afirmación de Fungairiño quiere decir que la Fiscalía considera que el testimonio del héroe anónimo, como ya es conocido en los medios de comunicación, no es imprescindible para conseguir la condena de los miembros del comando terrorista, ya que las propias declaraciones efectuadas ante la policía y el juez por Ana Belén Egues y Aitor García Aliaga, junto con el mando a distancia que les fue intervenido y otras pruebas adicionales son consideradas suficientes.

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Tras la desarticulación del comando se consideraba que el testimonio del ciudadano anónimo era imprescindible y constituía la cadena probatoria que enlazaba a los etarras con el lugar del atentado. Por ello, se habló de la concesión del estatuto de testigo protegido, condición que le permitiría eludir que los etarras y sus letrados le viesen durante la instrucción de la causa, aunque no durante el juicio.

Clave numérica

En la Audiencia Nacional, los testigos protegidos son identificados con una clave numérica y su identidad es preservada en una pieza separada que únicamente conocen el juez instructor, el fiscal y el tribunal, pero eso no impide que el testigo sea visto en el juicio por los acusados y por sus abogados.

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En ocasiones, los testigos protegidos comparecen en los juicios con el pelo teñido, gafas oscuras y barba y bigote postizos, lo que es perfectamente legal. Sin embargo, en este caso, y atendiendo al riesgo ya corrido y al servicio prestado por el ciudadano anónimo, el Gobierno y los restantes partidos políticos, a excepción de Batasuna, se mostraron partidarios de que no fuera visto por los acusados.

Como esa posibilidad resultaba difícil de llevar a efecto, a pesar de una sentencia del Tribunal Constitucional que la facilitaría, la Fiscalía ha optado por no asumir nuevos riesgos y no llamarle a declarar. Su identidad no se ha incorporado al sumario y, por tanto, quedará como tantas otras colaboraciones anónimas a la policía.

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