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Clamores propone un atractivo minifestival de jazz

El idílico noviembre que vive el jazz en Madrid, gracias a los festivales en curso de Ciudad Lineal y del San Juan Evangelista, se vuelve aún más estimulante con los tres conciertos que la sala Clamores programa a partir de esta noche. Un cuarteto codirigido por el saxofonista David Binney y el pianista Edward Simon (hoy, día 13. Precio, 1.500 pesetas; excepto estudiantes, 1.000 en zona club), el trío del organista Larry Goldings (día 14. Precio, 2.500) y el sexteto del bajista Richard Bona (día 15. Precio, 2.500) forman el suculento cartel de la sala madrileña. Todas las actuaciones comenzarán a las diez de la noche.

David Binney hace su primera visita a la capital en compañía de un pianista venezolano que ya demostró su calidad en la edición de 1993 de la Thelonious Monk Jazz Competition de Estados Unidos. Desde que llegara a la final del prestigioso concurso, Edward Simon ha recibido halagos unánimes de sus antiguos patrones, entre ellos el del flautista Herbie Mann, quien afirma que 'si es posible imaginar a alguien que ha evolucionado en la mentalidad de la salsa y que posea la sensibilidad de pianistas como Bill Evans o Keith Jarrett, ése es Edward'.

Aún más larga experiencia en grupos ajenos acredita Binney, cuyo disco más reciente, South (Act/Karonte), es ya un serio candidato a la lista de favoritos de 2001. En este espléndido compendio de talante integrador y abierto, el saxofonista gozaba del apoyo de la plana mayor de la música creativa del momento, entre ellos Chris Potter, Uri Caine, Scott Colley y Brian Blade. Estos dos últimos, al contrabajo y la batería respectivamente, completan el cuarteto con el que se presentará en Madrid.

Larry Goldings

En ese mismo círculo selecto cabría incluir a Larry Goldings, en cuyo currículo figuran colaboraciones con Maceo Parker, Michael Brecker y Elvin Jones, entre muchas otras. Aunque adopta como instrumento principal el órgano, es también un soberbio pianista capaz de aguantar el tirón de secciones rítmicas tan poderosas como la que le acompañaba en su disco Awareness (Warner). En esta ocasión tampoco se priva de lujos y viene apoyado por la guitarra de Peter Bernstein y la batería de Bill Stewart.

La historia del camerunés Richard Bona es mucho más corta que la de sus compañeros de terna, pero en su flamante segundo disco, Reverence (Sony), ya ha conseguido que Pat Metheny y Michael Brecker figuren como invitados estelares. Respetuoso seguidor de la tradición africana como cantante y admirador del gran Jaco Pastorius como bajista, Bona garantiza la diversión con una música que consigue mezclar elementos diversos sin violentar su naturaleza.

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