Rumanos lejos de casa

Departe de Casá, que significa 'lejos de casa', es el título de un espacio radiofónico rumano que cada viernes se emite en la emisora comarcal Els Ports-Radio SER. Presentado por los jóvenes Venjamin y Roxana, es un destacado punto de encuentro para el centenar de rumanos que residen en esta comarca, acercándoles a la actualidad de su país, además de servir también para difundir la cultura rumana entre los vecinos de Els Ports.

'El programa', señala Venjamin, 'pretende informar a los rumanos de Els Ports de lo que pasa en nuestro país, de lo que pasa aquí y también sirve para unirnos y que en Els Ports nos conozcan más'. 'Nos encontramos muy bien en Morella, todos trabajamos y nos gusta la gente de estos pueblos, pero pensamos que algún día regresaremos a Rumania', dice este sacerdote ortodoxo de 23 años. Venjamin llegó hace unos dos años, en plenas fiestas del Sexenio. 'Me gustaron tantas procesiones y las calles adornadas, y el clima', asegura. Ha estudiado Teología Ortodoxa y se trasladó a España 'para trabajar, reunir dinero' y regresar para casarse 'y adquirir una iglesia donde poder ejercer'.

Hace un año llegó a Morella su novia, Roxana, estudiante de español, que también echa mucho de menos su tierra y su familia. 'Lo que más me gusta han sido los encierros de toros', comenta sonriente esta rumana que cada viernes por la tarde traslada con su suave voz las principales noticias de Rumania. Hablan de la situación del país, de la cultura y, sobre todo, de la liga rumana de fútbol. 'Nos gusta mucho este deporte', añade Venjamin, 'en Morella hicimos una selección rumana en un campeonato de fútbol sala donde disfrutamos y nos integramos mucho'. Además, en este espacio de Els Ports Radio pueden escucharse música rumana y entrevistas a inmigrantes de la comarca. Pero también cuentan la actualidad española y valenciana y dedican especial atención al lenguaje y vocabulario. 'Hablamos para los rumanos y para que Els Ports conozcan Rumania, nuestra cultura, la gastronomía, el idioma que tiene muchas cosas en común', añden.

Desde hace unos años esta zona del interior registra una residencia de más de un centenar de inmigrantes con plena integración en la vida local y que han enriquecido el mapa demográfico y social. En Morella ya hay niños morellano-rumanos, y además, hay vecinos portugueses y brasileños. Trabajan en el sector ganadero, se dedican al cuidado de personas mayores y, sobre todo, trabajan en la hostelería. La mayoría de bares, restaurantes y hoteles de este municipio turístico cuentan con personal de esta nacionalidad. En realidad, han copado el sector hostelero, dominan el castellano y el valenciano, y su situación 'es muy positiva pero preocupante ya que la mayoría' no tiene 'papeles por culpa de las normativas y eso que todos' están contratados.

Las zonas rurales ofrecen a los inmigrantes mayores facilidades para integrarse. 'Si hay trabajo, vivienda, estás bien, no como en las ciudades donde los rumanos están en situaciones difíciles', afirman al respecto.