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LONDRES | CARTA DEL CORRESPONSAL | INTERNACIONAL
Columna
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El crédito de una tarjeta

A LOS BRITÁNICOS les encanta ser diferentes de los europeos continentales. Están orgullosos de conducir por la izquierda, de medir o pesar en pulgadas, pies, yardas, millas, acres, libras, onzas o galones; de beber la cerveza tibia y de tener la hora cambiada a pesar de que hacen las cosas al mismo tiempo que en el continente, pero mientras en París son las ocho, aquí son las siete.

Una de las cosas que más les hace sacar pecho es el carnet de identidad. Es decir, la falta de carnet de identidad. En la Gran Bretaña hay muchas clases de pasaporte, pero no existe el DNI obligatorio. Al menos por ahora, porque los partidarios de implantarlo están ganando terreno.

Primero fue la crisis de la inmigración ilegal. La riada de gente que intenta cada día pasar al Reino Unido a través del Eurotúnel que cruza bajo el canal de la Mancha la explican algunos por lo fácil que es vivir ilegalmente en un país en el que nadie te puede exigir un DNI. Basta con enseñar el carnet de una biblioteca para demostrar quién eres. Los llamamientos a favor del DNI provocaron la indignación de los sectores más liberales. En un incendiario editorial, The Independent proclamaba que no tener DNI 'debería ser un motivo de orgullo nacional, no un problema a resolver'.

Tras los ataques del 11-S, el propio ministro del Interior, David Blunkett, ha defendido la implantación temporal de un DNI para combatir el terrorismo, aunque al final no se ha decidido a hacer una propuesta formal y se ha limitado a imponer un sucedáneo para los peticionarios de asilo y dejar el identificador británico para tiempos mejores.

Pero ¿es verdad que los británicos no tienen una tarjeta de identidad obligatoria? En realidad, hay una imprescindible: la de crédito. En este país no eres nadie sin una tarjeta de crédito. Por ejemplo, al comprar un teléfono móvil. Ya puede uno llevar el pasaporte, cartas de referencia del banco, el contrato del piso... Nada hace cambiar el semblante serio y preocupado del dependiente hasta que ve la tarjeta de crédito. Si posees una de un banco radicado en Inglaterra, quiere decir que eres digno de confianza. No hay mejores referencias.

Las tarjetas de crédito hace ya algún tiempo que son la mejor referencia, y no sólo en el Reino Unido. Hace unos pocos años, a un amigo mío se le ocurrió enseñar el pasaporte al registrarse en un hotel de Luxemburgo. Santa inocencia. Bastaba con entregar la tarjeta de crédito. 'Con esto es suficiente, señor', le dijo el sonriente recepcionista, entre amable e irónico. 'Aquí tenemos toda la información que necesitamos sobre usted', explicó. Identidad... ¡y solvencia!

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