Los futbolistas ingleses aprueban ir a la huelga por los repartos televisivos

Una contundente mayoría de jugadores de las ligas inglesas de fútbol están dispuestos a ir a la huelga en apoyo de su sindicato, el PFA, que reclama una mayor participación en los ingresos televisivos. El 99% de los 2.312 jugadores consultados votaron en favor de la huelga, según confirmó ayer el presidente del PFA, Gordon Taylor. De no resolverse la disputa, los jugadores se negarán a saltar al campo ante las cámaras a partir del 23 de noviembre.

La élite profesional del fútbol inglés, David Beckham entre ellos, ha manifestado en público su apoyo a la decisión que tome el PFA en su disputa con la Premier League. El sindicato de jugadores reclama un 5% de los ingresos globales por derechos de televisión, que ascienden a un total de 1.650 millones de libras (unos 445.000 millones de pesetas) durante los próximos tres años. Éste es el porcentaje que alega recibir hasta la fecha y que tras la firma del lucrativo contrato actual equivale en términos absolutos a unos 25 millones de libras anuales (6.700 millones de pesetas). La oferta de la Premier League se limita a 2.700 millones de pesetas.

'El dinero procedente de la televisión nunca ha sido tan elevado. Queremos una participación justa y equitativa para la asociación de jugadores', defendió Taylor. El sindicato protege los intereses de todos los jugadores pero son los profesionales de las Ligas inferiores, además de lesionados y jubilados, quienes realmente pueden beneficiarse de una victoria sobre la Premier League. El PFA patrocina cursos de reciclaje y gestiona bonificaciones y pensiones.

'El apoyo de todos nuestros miembros no tiene precedentes. El resultado de la votación refleja la fuerza y solidaridad de todos los jugadores y confirma nuestra opinión de que es justo preservar el 5% de los ingresos de televisión', señaló en conferencias de prensa un jubilante Taylor.

Aún hay tiempo para impedir la huelga. De entrada, el PFA ha solicitado una reunión para el lunes con los responsables de la Premier League en un último intento por resolver la disputa. Una resolución negativa conducirá posiblemente a la negativa de los futbolistas a salir al campo en presencia de las cámaras de televisión. Con los equipos de televisión presentes en todos los encuentros de las cuatro ligas inglesas, el boicot llevará a la desaparición de la pequeña pantalla del fútbol autóctono. La decisión aún no está tomada y el sindicato dispone de un plazo máximos de cuatro semanas para convocar la huelga u otro tipo de acciones.

La Premier League también dispone de bazas para jugar. Puede recurrir a los tribunales en defensa de la ilegalidad de la huelga que, según la legislación británica, sólo puede convocarse como resultado de una disputa entre patronos y empleados, es decir, entre jugadores y sus respectivos clubs. 'Queremos una distribución mejor', reiteró Taylor tras denunciar como injusto que se repartan '135.000 millones de pesetas entre los 20 clubs de la Premier y 27.000 millones para los 72 restantes'.

Turbulentas relacionesNo es la primera vez que las relaciones entre la dirección de la élite del futbol inglés y el sindicato de jugadores están a punto de romperse. En los últimos diez años, el PFA ha sondeado en dos ocasiones a sus miembros, en 1992 y 1996, obteniendo en ambas un respaldo por encima del 90% a favor de la huelga. El boicot se evitó entonces y muchos confían en que pueda evitarse de nuevo. 'Si hay huelga, será malo para el fútbol inglés. El fútbol inglés no ganará nada, ni en Inglaterra ni en Europa', ha señalado el entrenador de la selección inglesa, el sueco Goran Eriksson.