Las políticas agrarias recibirán un 1% menos de los fondos autonómicos

La Unió de Llauradors recordaba ayer que la cantidad de fondos propios que el Consell destina a Agricultura creció este año un 6% en relación a 2000, y en ese año un 10% sobre 1999. Este crecimiento se ha invertido para el año próximo, ya que bajará un 1%.

El descenso se ha compensado con un aumento superior al 10% en las transferencias de fondos procedentes de la Unión Europea y del Ministerio de Agricultura. Crecimiento que ha dejado el presupuesto del departamento agrario en 385 millones de euros (64.000 millones de pesetas), un 3,76% más que en este ejercicio. Este crecimiento es el menor de las adjudicados para 2002 a los distintos departamentos del Consell, que de media ha crecido en un 10,41%.

Ayer, la titular de Agricultura, María Ángeles Ramón-Llin, compareció en la comisión de Economía de las Cortes para informar de los presupuestos de su departamento. En su intervención, Ramón-Llin , entre otros puntos, recordó que su departamento está ultimando la ley para combatir el minifundismo y que su aplicación ya está contemplada en los presupuestos de 2002. Su dotación, defendió, ha pasado de los 736.000 euros (algo más de 122 millones de pesetas) a los 7,8 millones de euros (1.300 millones de pesetas). Una argumentación que fue criticada por el PSPV, que defendió que no se ha designado ningún recurso extraordinario a la ley, una situación que indica que la norma será ineficaz.

El anteproyecto de la conocida como ley contra el minifundismo, que en realidad regula la ordenación integral del territorio agrario, está siendo consultado con las organizaciones agrarias. De hecho, según la Unió, la Consejería intentará aprobar en enero, previo consenso con el sector agrario, una orden que desarrolle las condiciones y requisitos de los cultivos en común-donde se mantiene la titularidad de la tierra- y de las explotaciones en común- en la que el titular de la explotación es la sociedad creada. Orden que será anterior a la aprobación de la ley.

Por otro lado, un estudio de la Unió defiende que la polinización de la abejas produce un beneficio al sector de 80.000 millones de pesetas. El estudio utiliza un índice científico que evalúa la parte de la producción de distintos cultivos que está determinada por la polinización.