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TRIBUNALES

Los rivales de Gates mantienen las espadas en alto por el 'caso Microsoft'

Tras el acuerdo entre Microsoft y la Administración Bush, la juez ha de abrir una audiencia pública para escuchar a quienes se oponen por considerar que no respeta el 'interés público'. Sun y AOL lo critican duramente.

Tomàs Delclós

La Administración Bush y Microsoft alcanzaron la semana pasada un acuerdo en el caso judicial abierto contra la compañía de Gates por conductas monopolistas. El acuerdo es una victoria para Microsoft porque no penaliza sus prácticas del pasado y se centra en proponer una serie de medidas para controlar su actividad en el futuro. Al margen de la decisión de los 18 fiscales de los estados que apoyaron el litigio, el caso no se clausurará hasta cerrarse una audiencia pública a la que está obligada la juez para escuchar a todo aquel que sospeche que no se ha llegado al acuerdo 'por interés público'. Un arma que usarán los rivales de Microsoft. En el propio acuerdo se especifica que se publicarán dos anuncios en el Washington Post y el San José Mercury el día 15 con la convocatoria de la audiencia.

De hecho, Ed Black, directivo de la CCIA -asociación que agrupa al sector industrial más enfrentado a Microsoft-, consideró el acuerdo como 'una capitulación' del Gobierno por lo liviano de las medidas pactadas cuando tenía a su favor una condena clara de los tribunales, que establecían que Microsoft había actuado ilegalmente para ampliar su monopolio en los sistemas operativos a otros sectores. Para combatir que el acuerdo se ha alcanzado 'por interés público', en los próximos días los rivales de Microsoft intentarán demostrar que el acuerdo es fruto de la influencia de Microsoft sobre la administración republicana. La prensa norteamericana ya ha empezado a rastrear si hay signos de connivencia. Sun, por su parte, no descarta presentar por su cuenta una demanda civil.

Otro frente que sigue abierto es el europeo. La Unión Europea no ha cerrado su investigación sobre las actividades monopolistas de Microsoft en el terreno del mercado de los servidores y de la implantación de programas multimedia, tema en el que están particularmente interesados AOL y RealNetworks. Aunque la decisión del Gobierno norteamericano pesará, la UE ya ha demostrado en anteriores ocasiones que no tiene reparos en contradecirlo. El último ejemplo ha sido su negativa a la fusión de General Electrics y Honeywell, bendecida por la administración norteamericana. Está previsto que la investigación se termine en diciembre.

Bill Gates y Justicia defienden que el acuerdo preserva los intereses de los consumidores.

El clima tras los atentados al 11 de septiembre, citado por la propia juez para empujar un acuerdo, ha sido un factor influyente aunque Bush ya había demostrado con anterioridad su predilección por un pacto.Abogados de Sun ya manifestaron la semana pasada que no descartan mantener una demanda civil contra Microsoft ya que el acuerdo, a su juicio, no protege la competencia. Sun tiene munición para el pleito. En junio forzó a Microsoft a un pacto extrajudicial ante el cariz que tomaba la demanda de Sun contra la compañía de Gates por lanzar una versión 'polucionada' de Java que sólo trabajaba en Windows, cuando la principal característica del lenguaje de programación es que puede trabajar en distintos entornos sin necesidad de adaptarlo a cada uno de ellos. La única reserva que ponían los abogados de Sun para lanzarse al pleito era estudiar 'los intereses de los accionistas' ya que este nuevo frente judicial distraería recursos y personas del trabajo cotidiano de Sun. Scott G. McNeally, CEO de Sun, ya ha manifestado su oposición. '¿Alguien cree que esto cambiará la conducta de Microsoft?', declaró.

Un vicepresidente ejecutivo de AOL, Paul T. Capuccio, ha recordado que todo el caso judicial contra Microsoft se abrió porque incumplió un pacto con la administración en 1994 y que el actual es muy fácil de desactivar 'para un monopolista convencido como Microsoft'. Un portavoz de RealNetworks sentenció: 'esto no es un remedio, es una recompensa'. Microsoft y el Departamento de Justicia defienden el acuerdo ya que es una protección para el consumidor.

Todo el mundo coincide en que el acuerdo impone una serie de obligaciones a Microsoft que están en la franja más indulgente de las posibles. La propia Microsoft se adelantó en julio a algunas medidas, permitiendo a los fabricantes vender ordenadores con los iconos del escritorio de Windows alterados para introducir programas rivales.

'El demonio está en los detalles'

Ahora se le exige a Microsoft, entre otros aspectos, que no tome represalias contra los fabricantes que no instalen su sistema operativo y que dé las mismas oportunidades de información técnica sobre Windows a todos los desarrolladores de programas. En un estudio sobre el acuerdo en Cnet, titulado El Demonio está en los detalles (frase tomada de un industrial anónimo), se detallan algunas escapatorias que tiene Microsoft. Mientras no sea por motivos discriminatorios, Microsoft puede limitar o restringir la adición de determinados productos por su 'particular tipo de funcionalidad'. Un concepto ambiguo. De hecho, algunos competidores han acusado en el pasado a Microsoft de triquiñuelas técnicas en su Windows para que los programas rivales no funcionaran plenamente sobre su sistema operativo. Microsoft puede impedir la instalación de un programa competidor en Windows si éste 'no implementa los requisitos técnicos razonables', aunque ha de dar una oportunidad para corregirlos.

Pero quizá la medida que más ha llamado la atención es aquella que permite a Microsoft, ante una instalación de programas de la competencia, durante 14 días tras la activación del ordenador, lanzar ventanas en las que se pregunta al usuario si quiere instalar el programa alternativo de Microsoft. Bob Lande, de la universidad de Baltimore, se imaginaba lo que puede suponer para el cliente que cada dos por tres se dispare una ventana preguntando: 'Está usted seguro que no quiere el Media Player de Microsoft?'.

Para vigilar el cumplimiento de lo pactado, se nombrarán tres expertos que tendrán acceso a todos los rincones de Microsoft para fiscalizar su comportamiento. La elección va a ser difícil porque han de ser tres personajes independientes pero con preparación técnica indiscutible. Algunos expertos que hicieron una tarea aproximada en un histórico caso con IBM han explicado que estuvieron sometidos constantemente a las denuncias de la competencia. Quizá éste es el punto más engorroso para Microsoft porque, al margen de que sean exigentes en su tarea, el escrutinio constante distrae esfuerzos y recursos a la propia compañía.

En los foros de Internet hay quien se alegra de que el caso termine en un pacto para que la compañía pueda dedicarse plenamente a mejorar las ofertas al consumidor y no se la debilite en plena crisis económica. De hecho, el clima creado por el atentado del 11 de septiembre ha sido citado por la propia juez del caso para empujar al pacto. Los críticos con Microsoft alegan que su dominio en el mercado de los sistemas operativos en ordenadores personales, con una cuota del 90%, hace que los fabricantes ni se planteen quitar Windows de los aparatos. Un posteador de Barrapunto narraba que en una tienda española le había sido imposible adquirir un ordenador sin Windows. El vendedor se lo desinstalaba, pero le cobraba igualmente el producto.

DEPARTAMENTO JUSTICIA: www.usdoj.gov

Cronología de un largo juicio

1990. La Comisión Federal de Comercio inicia una investigación sobre Microsoft por prácticas dudosas en la comercialización de su sistema operativo Windows. 1993. La Comisión Federal renuncia a proseguir la investigación tras una división de opiniones. La división Antitrust del Departamento de Justicia asume el caso. 1994. La empresa de Gates y el Departamento de Justicia negocian un acuerdo amistoso. 1995 Febrero. El juez Stanley Sporkin, que tutela el cumplimiento del acuerdo, anula el mismo por considerar que Microsoft disfruta de un monopolio en el mercado de los sistemas operativos con una cuota del 70%. Junio. Según Netscape, la empresa de Gates les ofrece dividirse el mercado de los navegadores. Microsoft siempre lo negó. Agosto. Microsoft saca W 95. 1996. Netscape pide a la justicia que inicie un nuevo procedimiento contra Microsoft. 1997. Justicia reclama en octubre a Microsoft el cumplimiento de lo acordado. Dos meses después, el juez Jackson abre un proceso contra la empresa por vincular su navegador Explorer a Windows. 1998 Enero. Microsoft acepta desvincular ambos productos y, si el usuario lo pide, conseguir un sistema operativo sin el navegador incorporado. Cuando saque Windows 98, defenderá la integración del sistema operativo con Internet. Mayo. Veinte estados abren un proceso contra Microsoft. Se trata de averiguar si ha utilizado su situación de monopolio en sistemas operativos para extenderlo a otros campos. Junio. Justicia pide ampliar el caso con nuevas acusaciones. Microsoft intenta retrasar el inicio del juicio alegando falta de tiempo para defenderse. Octubre. Empieza el juicio. Los fiscales de 20 estados (posteriormente se retiraría uno) alegan que Microsoft ha aprovechado su dominio para ampliarlo a otros productos. Microsoft alega que el juicio es un atentado contra la innovación. Asimismo afirma que es una maniobra de algunos de sus competidores para debilitarla. En pleno juicio AOL compra Netscape y se alía con Sun. 1999. Concluye la vista en junio. 2000 1 Abril. El juez Posner anuncia el final de las negociaciones entre Microsoft y el Gobierno. 3 Abril. El juez Jackson falla que Microsoft viola las leyes antimonopolio. 15 Abril. El Departamento de Justicia y un grupo de abogados piden al juez Jackson dividir Microsoft en dos compañías: una dedicada al sistema operativo Windows y la otra al resto de sus negocios. Septiembre. Victoria de Microsoft: La Corte Suprema envía a un tribunal inferior la decisión de dividir Microsoft. Noviembre. George Bush, elegido presidente de EE UU. 2001 Junio. La Corte de Apelaciones de Columbia rechaza la decisión del juez Jackson de dividir Microsoft. Septiembre. La juez Colleen Kollar-Kotelly exige a Microsoft y a Justicia un acuerdo para antes del 2 de noviembre. 1 Noviembre. Microsoft y Justicia alcanzan el acuerdo.

Los principales puntos del pacto

Los principales puntos del acuerdos son: ø Microsoft no admite una conducta culpable. ø El Departamento de Justicia, con anuncios en los diarios, abrirá un tiempo para la audiencia pública sobre el acuerdo. ø Microsoft no puede vengarse con maniobras técnicas o mercantiles de un fabricante que incluya programas de la competencia en sus ordenadores o prescinda de Windows. Podrá hacer descuentos por volumen pero no en función de los programas de la competencia que se dejen de instalar. ø Los fabricantes de ordenadores podrán incluir iconos de los programas rivales en el escritorio de Windows. ø Microsoft ha de ofrecer la información técnica suficente sobre su sistema operativo para que los programadores de otras compañías puedan desarrollar productos que trabajen sobre él. Todo ello respetando su derecho a la propiedad intelectual. ø Microsoft no puede maniobrar contra compañías que desarrollen productos competidores. ø Tres expertos independientes tendrán pleno acceso a instalaciones de Microsoft durante cinco años, prorrogables a dos más, para vigilar su cumplimiento.

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