Zenarruzabeitia buscará el compromiso del PSE de que no bloqueará los presupuestos

La vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, tomará la iniciativa para la negociación de los presupuestos de 2002 y los explicará en breve y por separado a los grupos parlamentarios popular y socialista, en una iniciativa de la que, por el contrario, excluirá a Batasuna, según aseguraron fuentes de la presidencia del Gobierno vasco. En realidad, el destinatario principal de esta iniciativa es el PSE, el grupo cuya abstención, que sería iempre el resultado de algunas concesiones a sus plantemientos, resulta más factible para evitar el bloqueo de las cuentas. Las mismas fuentes señalaron que el Gobierno negociará, pero no entrará en ningún caso en un 'cambio de cromos' ajenos al propio presupuesto.

Los socialistas no niegan la existencia de margen para la negociación, pero rechazan que el Ejecutivo dé ya por hecho su apoyo, como hizo la semana pasada el portavoz del Ejecutivo, Josu Jon Imaz. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de ayer, Imaz se limitó a afirmar que la vicelehendakari realizará 'gestos activos' ante la oposición. El Gabinete busca así neutralizar el único peligro que amenaza al proyecto de ley en su paso por el Parlamento: el voto contrario a las cuentas de los tres grupos de la oposición (PP, PSE y Batasuna). El Ejecutivo buscará puntos de encuentro en el debate presupuestario, dijo Imaz, porque desea el respaldo más amplio para las cuentas de 2002. 'Trabajeremos hablando y dialogando', dijo el portavoz, para recordar que 'sólo una posición común del PP, el PSE y Batasuna' podría derribar el proyecto. 'Vamos a trabajar para que esa posición común no se produzca y los presupuestos salgan adelante', resumió.

Imaz negó que el asunto fuese el objeto de las reuniones mantenidas la semana pasada por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, con los líderes del PSE, Nicolás Redondo, y el PP vasco, Jaime Mayor Oreja.

Los presupuestos de Ibarretxe muestran una clara debilidad por la acción exterior y la imagen de Euskadi. No hay competencias reales, pero sí dinero. Así, el Gobierno ha consignado en el proyecto presupuestario poco más de 1.645 millones de pesetas en partidas destinadas a mejorar la imagen del País Vasco en Europa y América y para ayudar a los centros vascos del otro lado del Atlántico. Los principales destinatarios son los centros que tradicionalmente cuentan con la ayuda del Gobierno, a través de la propia Presidencia, pero además este año figura una partida de 322,6 millones de pesetas bajo el epígrafe Fomento de la imagen de Euskadi en América incluida dentro del presupuesto de Acción Exterior a la que habría que sumar otra de 105 millones para Cambiar la imagen exterior de Euskadi, dentro también de las cuentas de la Presidencia. El portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz , reconoció el pasado lunes por vez primera sin ambages que ETA es la causa fundamental de la bajada del turismo en Euskadi.

Esta preocupación también se refleja en los presupuestos de Turismo, el que encabeza el propio Imaz, que prevén una partida de 60 millones de pesetas para la campaña de 2002, además de las tradicionales consignaciones para ferias promocionales y jornadas de comercialización en el extranjero, que se llevan un total de 83 millones. El Ejecutivo también utilizará estas reuniones sectoriales promocionales para transformar esa imagen del País Vasco. Esa mezcla de comercio, cooperación, turismo y apoyo a los vascos de América queda reflejada en una partida de 220 millones de pesetas del Departamento de Turismo bajo el epígrafe Promoción, comercio exterior y cooperación. Institutos vascoamericanos y acciones agrupadas.

Para los centros vascos y sus federaciones en Suramérica, se destinarán en conjunto 257,9 millones, además de otros 19 millones para la revista Euskal Etxeak.

Si los centros vascos se acercan al concepto de embajadas en el continente americano, la oficina de Bruselas del Ejecutivo hace ese papel de representante de la política exterior en Europa. En los presupuestos de 2002 la Dirección de Asuntos Europeos tiene consignados 545,3 millones de pesetas. Las principales magnitudes de esta partida se destinan al fondo para la cooperación con Aquitania (130 millones de pesetas) y los propios gastos de la delegación en la capital belga (116 millones).

Toda esta política, que se sustenta en la demanda del Gobierno vasco ante la Administración central de tener voz propia en las instituciones europeas, será reforzada además desde la propia Presidencia, que cuenta con una dotación especial para imagen y comunicación institucional. Concretamente esa partida, que se gestionará desde Ajuria Enea, asciende a 213,7 millones de pesetas, más otros 32,3 millones que se consignan en las cuemtas bajo el nombre Documental de presentación de Euskadi.

CompromisosAdemás, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, ha asumido varios compromisos desde su investidura, que tienen también su correspondiente reflejo en el proyecto de presupuestos. Uno es la creación de la Oficina de Víctimas del Terrorismo, que contará con 386 millones de pesetas ampliables (ver EL PAÍS de ayer). Esta dirección se ubica en el organigrama del Departamento de Interior. Otro de esos compromisos, la puesta en marcha del Observatorio de los Derechos Humanos cuenta con 60 millones de pesetas. Este organismo quedará adscrito a la propia Presidencia.

También hay una partida de 50 millones para la campaña de Educación e Instituciones, que Ibarretxe anunció durante el pleno monográfico sobre pacificación, celebrado la última semana de septiembre. Se trata de la campaña interdepartamental para la Promoción de la no violencia, el diálogo y los derechos humanos.

Como ya es tradicional, la Presidencia se ha reservado un montante, cifrado esta vez en 85,2 millones de pesetas, para encargar sondeos y encuestas de opinión u otro tipo de trabajos a profesionales independientes, a fin de auscultar la opinión pública en aquellos momentos en que el lehendakari lo considere oportuno.