'España no se deja ver mucho en esta crisis'

Dos décadas de ocupación soviética y de guerra civil, un lustro de régimen talibán y una de las peores sequías de toda su historia han hecho de Afganistán uno de los países con el mayor número de refugiados y desplazados internos del mundo. Cerca de dos millones de afganos malviven en los campos paquistaníes. Más de un millón y medio lo hacen en los de Irán. Y Naciones Unidas considera que cerca de otro millón y medio de afganos se habría puesto en marcha para abandonar el país desde que comenzaron los bombardeos de Estados Unidos el pasado 7 de octubre. Todo sobre una población de menos de 26 millones. En su primera visita oficial a España desde que, en enero de 2001, se hiciera cargo del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Ruud Lubbers, 61 años -12 de los cuales fue primer ministro de Holanda-, reclama un papel más activo de España en la asistencia humanitaria a Afganistán. 'España siempre ha sido muy leal a ACNUR pero no se está dejando ver mucho en esta crisis'.

'Tengo que explicar que los refugiados ni son terroristas ni son criminales'

Pregunta. ¿Qué cambió el 11 de septiembre para los refugiados?

Respuesta. Han cambiado dos cosas. En primer lugar, se crea un nuevo éxodo de refugiados, hombres, mujeres y niños que desean huir de Afganistán y que necesitan ser acogidos en países vecinos como Pakistán e Irán. El segundo cambio es de carácter mundial. Se está librando una guerra contra el terrorismo y yo tengo que tener mucho cuidado para explicar al mundo que los refugiados, ni son criminales ni son terroristas.

P. ¿Qué diferencia esta crisis de anteriores crisis de refugiados?

R. La situación es diferente porque los países vecinos de Afganistán, sobre todo Pakistán e Irán, ya habían recibido antes del 11 de septiembre muchísimos refugiados provenientes de Afganistán. Debido a esto, tras los atentados contra Estados Unidos, tanto Pakistán como Irán cierran inmediatamente sus fronteras.

P. ¿Están haciendo Pakistan e Irán todo lo que pueden en esta crisis?

R. Están haciendo todo lo posible, pero hay una discrepancia de opiniones. ACNUR cree que tienen que hacer más y hacer gala de más generosidad en los casos humanitarios más difíciles. La segunda discrepancia es que creemos que no se debe dejar todo en manos de la ONU sino que ellos, como países vecinos, tienen la responsabilidad de contribuir a la solución política de este problema. Es cierto que han cerrado sus fronteras, pero a la vez Pakistán ha dado conformidad para identificar tres emplazamientos donde acoger a 300 personas. En Irán van a acoger a 100.000 personas.

P. ¿Cómo van a pasar el invierno los refugiados?

R. Tenemos que conseguir que la gente sea más consciente de cuáles son nuestras necesidades, que están muy claras de cara al invierno. Tiene que haber una aportación de alimentos que sea eficaz y para ello hay que definir zonas estables y tranquilas en las que no se produzcan ataques aéreos donde se pueda abastecer a la gente.

P. Usted visitó Afganistán en mayo y ya entonces advirtió de una grave crisis humana. ¿Debemos pensar que la situación ha empeorado aún más?

R. En mayo la posibilidad de un desastre humano era ya una amenaza seria en Afganistán. Entonces hice un llamamiento para que se diera una tregua en las hostilidades. Pero los talibanes no hicieron sino radicalizarse más. Luego llegó el 11 de septiembre y lo que era muy grave se convirtió en más grave aún.

P. ¿Cómo están las cuentas del Gobierno español con ACNUR?

R. Empecemos en tono positivo. Estamos en un despacho pagado por el Gobierno español [la sede de ACNUR en Madrid] y donde trabajan personas pagadas por su Gobierno. En este sentido el Gobierno se ha mostrado muy generoso aunque ACNUR tiene que ser crítico para con los Gobiernos. La asistencia humanitaria en Afganistán, donde ACNUR está desempeñando un papel impresionante, supone un plan de ayuda que en números redondos son unos 500 millones de dólares de los cuales ACNUR se responsabiliza del 50%. España ha sido un país muy leal a ACNUR pero ahora la estamos pidiendo que sea más visible en esta crisis porque hasta el momento no se ha dejado ver mucho.

P. Los ataques aéreos han entrado ya en su quinta semana y no parece haber avances significativos.

R. A raíz del 11 de septiembre era inevitable que la coalición contra el terrorismo, y sobre todo Estados Unidos, combatiese el terrorismo mediante el ataque a las capacidades militares y sobre todo aéreas de Afganistán. El problema está en la segunda fase, en la que tiene que empezar ya a atisbarse una solución a la situación y esta solución no sólo puede producirse mediante ataques aéreos.