La Val d'Aran rechaza que la N-230 sea una autovía si perjudica al medio ambiente

El Conselh Generau d'Aran, máxima institución de autogobierno de la Val d'Aran, no aceptará que la actual carretera N-230 se convierta en una autovía a su paso por el valle, como pretende el Ministerio de Fomento, si con ello resultan perjudicados el entorno natural y los intereses turísticos del territorio.

El síndico de Aran, el convergente Carles Barrera, es partidario de que se ejecuten todas las infraestructuras viarias que sean necesarias para mejorar las condiciones de vida de los habitantes del valle, como por ejemplo el previsto desdoblamiento del obsoleto y anticuado túnel de Vielha, cuyas obras de reforma profunda podrían iniciarse a lo largo de la próxima primavera. 'Es una obra necesaria [la del túnel] y urgente por la peligrosidad que supone circular por esta galería subterránea, y estamos de acuerdo en que se construya un nuevo túnel', señaló Barrera.

El Gobierno del Partido Popular presentó en la última campaña electoral como un proyecto técnicamente viable la conversión en autovía de la carretera N-230 entre Lleida y Francia. Barrera cuestiona la propuesta, especialmente en lo que se refiere al tramo que discurre por territorio aranés, que comprende desde la boca norte del actual túnel hasta la misma frontera francesa. 'Espero que el Ministerio de Fomento sea sensible con la realidad económica y social del valle y no llegue a construir nunca una autovía que cruce por los núcleos urbanos', añadió el síndico aranés.

Aumento de tráfico

Barrera explicó que con el segundo túnel de Vielha, que no estará acabado antes de cinco años, se creará un nuevo problema en el valle, derivado del considerable aumento del tráfico de vehículos pesados, lo cual ocasionará un impacto negativo en una zona que vive básicamente del turismo. Con el fin de evitar ese peligro, las autoridades aranesas proponen como alternativa la construcción de una nueva carretera por el oeste de la actual N-230, que se mantendría como vía de comunicación interior.

Un informe encargado al Instituto de Estudios Territoriales considera técnicamente posible eliminar el tráfico del interior de poblaciones como Vielha, Aubert, Bossost y Les sin ocasionar con ello graves daños al entorno natural.

Barrera tiene previsto convocar a todos los alcaldes araneses para informarles de en qué consiste la alternativa al proyecto del Gobierno central. De acuerdo con los estudios realizados, el trazado de la nueva carretera obligaría a construir varios túneles de una longitud entre cuatro y dos kilómetros, viaductos y falsos túneles para minimizar el impacto ambiental de la futura vía. Esta carretera, que haría también las funciones de variante en las poblaciones situadas junto al trazado, tiene su punto de partida en el margen izquierdo del río Garona, a la altura de Casau, donde se construiría un túnel de unos cuatro kilómetros hasta la localidad de Es Bòrdes, con lo que se conseguiría salvaguardar el mayor bosque de abetos de Baricauba. 'Es una opción cara, pero de menor impacto', opina el síndico.

Por su parte, el Ministerio de Fomento defiende construir la variante de Vielha justo por el lado opuesto al que propugna el Conselh Generau d'Aran.