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El obispo de Solsona critica el autoritarismo del cardenal Carles en los nombramientos

Traserra saca a la luz pública la crisis interna de la archidiócesis de Barcelona

El nuevo obispo de Solsona, Jaume Traserra -que fue obispo auxiliar de Barcelona-, destapó ayer ante la opinión pública la crisis interna que vive la diócesis barcelonesa y lanzó duras críticas contra el cardenal Ricard Maria Carles, al que acusó de imponer una 'voluntad de uniformismo'. Traserra dijo que Carles no le consultó el polémico nombramiento de Josep Àngel Saiz Meneses como obispo auxiliar. 'Sí, se tendría que consultar, de hecho se hace, y esta vez no me consta que se haya hecho', dijo.

En declaraciones a Catalunya Ràdio, el sustituto en Solsona del jubilado Antoni Deig se quejó de 'la voluntad de uniformismo' que impera en la diócesis de Barcelona, la segunda más grande de Europa en número de fieles, y enumeró los problemas que la aquejan: 'La magnitud, la falta de comunión, la voluntad de algunos de un uniformismo que no puede existir y el peligro de la dispersión'. 'Uniformismo y dispersión', dijo, 'son pecado en el sentido que contra el uniformismo tiene que haber la pluralidad y el respeto a cada uno, y contra la dispersión hay la comunión'. Traserra cree que la solución es que haya un obispo 'próximo' a la gente, aunque 'eso, con un obispado de la magnitud del de Barcelona es imposible y lo que se necesita, si queremos hacer una iglesia diocesana, es que el obispo de la diócesis sea accesible, esté cerca de todo el mundo, y provoque comunión'.

Las declaraciones de Traserra suponen la salida a la luz pública del grave conflicto interno que sacude a la diócesis barcelonesa desde que Carles inició el giro hacia posiciones abiertamente conservadoras con la marginación del obispo auxiliar Joan Carrera y de otros altos cargos de la diócesis en mayo de 2000. El nombramiento de Josep Àngel Saiz Meneses como número dos de la diócesis ha sido el detonante para que los sectores más progresistas, que habían sido poco a poco apartados por Carles, hayan puesto ahora el grito en el cielo. El nuevo obispo auxiliar, de 45 años -tremendamente joven en términos eclesiásticos-, es considerado por estos sectores como un ultraconservador.

Carles ha cumplido ya la edad de jubilación, pero el Vaticano le ha concedido una prórroga de dos años. En este contexto, Saiz Meneses se perfila como el sucesor preferido por el cardenal. El nuevo obispo auxiliar procede del seminario de Toledo, adonde acudió cuando Narcís Jubany era arzobispo de Barcelona, supuestamente, según estos sectores críticos, en busca de ambientes más cercanos a la ortodoxia.

En este contexto, el obispo de Cartagena, Manuel Ureña Pastor, se apresuró ayer a calificar de 'solemne tontería de los medios de comunicación' los rumores que le señalaban como futuro arzobispo de Barcelona. Ureña negó tajantemente ante los periodistas que aspire al arzobispado catalán, informa Efe.

En cualquier caso, los cambios que ha impulsado Carles en la jerarquía de la diócesis en el último año y medio han ido siempre en detrimento de los sectores más abiertos y plurales y en favor de los defensores de la ortodoxia. La presencia de toledanos en la jerarquía de la archidiócesis barcelonesa se ha vuelto a incrementar. Salvador Cristau, el nuevo secretario general y canciller, también ha sido formado en Toledo, al igual que Joan Baptista Martínez, nuevo vicario episcopal del Vallès.

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Carles ya descalificó a sus críticos el pasado domingo en Tortosa. 'En una ciudad grande como Barcelona es difícil que haya un gran acuerdo sobre cualquier cosa', dijo. 'Esas voces discordantes son un porcentaje pequeño', añadió. El cardenal, que celebraba en Tortosa el 50º aniversario de su consagración como sacerdote, hizo profesión de progresismo destacando: 'En España no hay muchas diócesis en las que haya cuatro seglares como delegados episcopales, de los cuales tres son mujeres, y yo no sé si en España hay algún caso similar'. 'En todo caso', añadió, 'la acusación que me pueden hacer es que he hecho llegar hasta el techo de responsabilidad a estos seglares'.

El nuevo obispo auxiliar, Josep Àngel Saiz Meneses, realizará hoy su primer acto público visitando la residencia de sacerdotes ancianos Sant Josep Oriol, situada en el distrito de Les Corts. Saiz Meneses mantendrá un encuentro con los sacerdotes jubilados allí residentes y almorzará con ellos. Uno de los residentes es el obispo auxiliar emérito de Barcelona Ramon Daumal.

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