TVE viaja por la arquitectura española de la mano de sus creadores

Trece arquitectos españoles, agrupados en cinco décadas distintas, construyen a partir de hoy Elogio de la luz, una serie documental a través de la cual Televisión Española explora las infraestructuras urbanas más espectaculares y los edificios contemporáneos más simbólicos. Desde su puesto de director, Juan Manuel Martín de Blas concibe la serie como un acercamiento entre urbanismo y sociedad, mientras que Manuel Vicent (que realizará un perfil de cada creador) sostiene que la arquitectura forma parte del alma de una ciudad o de un paisaje.

Detrás de Elogio de la luz se sitúa el mismo equipo de Ésta es mi tierra: Juan Manuel Martín de Blas en la dirección, los realizadores Adolfo Dufour y José Manuel Castillejo y el productor Ángel Leñador. El escritor Manuel Vicent firmará un retrato literario de cada uno de los arquitectos y se encargará de poner letra a las imágenes de la serie, aunque confiesa que quienes explicarán 'científicamente' las obras serán sus autores.

Martín de Blas sostiene que Elogio de la luz -cuyo rodaje comienza hoy- es una serie sobre arquitectura más que sobre arquitectos, si bien subraya que muchos de estos artistas 'sentaron las bases de la modernidad en España, saliendo de la asfixiante autarquía del primer periodo de la posguerra'. Para la selección se ha tenido en cuenta el origen geográfico, la calidad de las obras o la corriente estilística en la que se encuadran. La lista definitiva es 'bastante equilibrada', a sabiendas de que en ella 'faltan arquitectos'. Todos gozan, eso sí, de prestigio internacional y dos de ellos (Rafael Moneo y Álvaro Siza) han ganado el prestigioso Premio Pritzker.

Todos los estilosJosé Antonio Corrales, Oriol Bohigas y Luis Peña Ganchegui forman parte de la generación de los años veinte. La siguiente década agrupa al portugués Álvaro Siza (el único extranjero de la serie), Rafael Moneo, César Portela y Juan Navarro Baldeweg. A la generación de los cuarenta pertenecen Óscar Tusquets, Antonio Cruz, Antonio Ortiz y Alberto Campo Baeza. Nacidos en los cincuenta son Santiago Calatrava y Dolores Alonso. El más joven es Alejandro Zaera (1963), un madrileño afincado en Londres, de quien los responsables de la serie hablan con pasión ante el desafío que tiene entre manos: la construcción de la terminal del puerto de Yokohama (Japón), que será el símbolo del Mundial de Fútbol de 2002.

La serie se detendrá en las grandes obras arquitectónicas (el Kursaal o el Museo de Arte Romano de Mérida), urbanísticas (el reencuentro de Barcelona con el mar a raíz de los Juegos Olímpicos) o de ingeniería (los grandiosos puentes de Calatrava). Visitará la neocueva de Altamira, el estadio madrileño de La Peineta o las viviendas sociales diseñadas por Portela, Bohigas o Corrales. Este viaje por la arquitectura española hará escala en obras construidas en el extranjero.

Martín de Blas se marca como objetivo hacer una serie sobre la vida a través de la arquitectura, mientras que para Vicent la arquitectura -sea una estación de ferrocarril, un templo, una casa, un estadio o un auditorio- es una de las bellas artes en las que se puede entrar y salir. También tiene su cruz: 'La arquitectura puede llegar a cometer verdaderos asesinatos y romper el alma de un pueblo, de una ciudad o de un paisaje'. Dufour denuncia el destrozo, 'con absoluta impunidad', de edificios importantísimos y lamenta que la arquitectura no tenga protegidos los 'derechos de autor'.

El documental muestra, en opinión de Vicent, un perfil claramente didáctico. 'Si la televisión pública tiene algún sentido es éste, que en medio de tanta basura se haga un programa estético, cuidado y que sirva de referencia para siempre'. 'Tratamos de hacer una televisión pública dirigida a la inteligencia y a la sensibilidad de la gente', apunta Martín de Blas.