Ochenta entidades de mujeres reclaman el edificio Bonnemaison de Barcelona
La Diputación reestructura la antigua sede del Institut del Teatre
Más de ochenta entidades de mujeres, muchas de ellas vinculadas al mundo del arte y la cultura, tienen un proyecto propio para el edificio Bonnemaison, antigua sede del Institut del Teatre. El colectivo, que ha formado la Asociación por el Centro de Cultura de las Mujeres Francesca Bonnemaison, reclama a la Diputación de Barcelona que las instalaciones que esta institución recibió como donación de Francesca Bonnemaison se transformen en un centro de producción y creación artística para mujeres.
El edificio en disputa, una casona del siglo XVII situada en la calle de Sant Pere més Baix, en Barcelona, albergó a partir de 1909 el Instituto de Cultura y Biblioteca Popular de las Mujeres, creado por Francesca Bonnemaison, una feminista de la burguesía catalana que puso todo su empeño en la promoción cultural de las mujeres. Para ello, Francesca Bonnemaison creó un espacio, conocido como La Cultura y pionero en Europa, que fue para miles de mujeres un lugar de encuentro, formación y creatividad. Era un centro gestionado y financiado por mujeres que se convirtió, además, en la primera biblioteca pública femenina de Europa.
Al acabar la guerra civil española, desde el exilio, Francesca Bonnemaison cedió las instalaciones del instituto a la Diputación de Barcelona con la condición de que esta institución mantuviera el objetivo de promocionar la cultura entre las mujeres.
Las asociaciones de mujeres denuncian que durante estos 60 años se ha utilizado para otros fines distintos de los que motivaron su creación, el último de los cuales ha sido albergar la sede del Institut del Teatre hasta su traslado a Montjuïc. Las organizaciones de mujeres estiman que ha llegado el momento de recuperar el espíritu para el que fue creado.
Tras el traslado del Institut del Teatre y la recuperación del edificio, la Diputación de Barcelona quiere, en cambio, ampliar la biblioteca y trasladar a sus intalaciones la Oficina Técnica del Plan de Igualdad y parte de la Escuela de Mujeres, que actualmente se encuentra en la plaza de Pere Corominas. La Diputación sólo tiene previsto ceder una pequeña parte de las instalaciones a grupos de mujeres artistas.
Las agrupaciones feministas, que se consideran herederas del espacio, no se conforman y se proponen transformarlo en una especie de centro de cultura contemporánea para mujeres. Por ello reclaman también los equipamientos necesarios para estimular y promover la creación, producción y exhibición de obras de teatro, vídeo, música, cine y nuevas tecnologías, además de facilitar el intercambio interdisciplinario.
Las responsables de la iniciativa afirman: 'Nuestro proyecto quiere recuperar el espíritu rompedor e innovador del antiguo Instituto de Cultura y Biblioteca Popular de las Mujeres'. 'La propuesta es una iniciativa cívica, nacida en la calle, que no pretende ser nada elitista, sino por el contrario fomentar y hacer accesibles los recursos y la formación a todas las mujeres que quieran expresarse a través de la cultura y las artes', asegura Resu Belmonte, miembro del colectivo Projecte Vaca de creadoras escénicas.
'Nos consideramos legítimas herederas del espacio y queremos transformarlo, tal como hizo Francesca Bonnemaison, en un centro pionero en Europa', añade Belmonte, quien insiste en la importancia de recuperar los dos teatros que ya existen en el centro para apostar por propuestas teatrales arriesgadas, como alternativa al circuito de las salas comerciales. 'Nuestro proyecto es ambicioso e innovador, y consideramos que tenemos el derecho a pedir a las instituciones el espacio y la dotación económica necesaria para desarrollarlo', afirma Joana Navarro, del grupo de animación sociocultural de mujeres de Horta.
Aunque hace dos años se iniciaron los contactos con la Diputación para hacer viable el proyecto, las asociaciones de mujeres lamentan la actitud dubitativa de esta institución y aseguran: 'De los casi 7.000 metros cuadrados que tiene el espacio, sólo nos ofrecen 600, 400 de los cuales son hábiles y el resto en pequeñas salas con poca luz y escaleras y pasillos'.
Inmaculada Moraleda, presidenta delegada del Área de Bienestar Social y de la Comisión Interdepartamental de la Mujer de la Diputación, confirmó ayer que la institución tiene previsto destinar parte de las instalaciones al proyecto de creación cultural de los colectivos de mujeres, pero subrayó: 'Aún estamos en fase de negociación sobre el modelo de centro que queremos crear'. Moraleda insistió en que no descartan 'la posiblidad de construir todas juntas un centro de cultura que dé respuesta a las distintas necesidades'.
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