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MERCADOS

Comienza la recesión

Los analistas intentan vender un rápido final de la crisis

La economía de Estados Unidos ha dejado de crecer en el tercer trimestre, con un descenso del PIB del 0,4%, y el impacto sobre los mercados de valores ha sido inmediato, aunque confuso. A este dato, que incluso se esperaba peor, hay que añadir el temor a que Alemania siga ese camino, y con ella, el conjunto de la UE, y la posibilidad de que Argentina concluya su acumulación de planes de salvación en una suspensión de pagos.

La respuesta de los mercados ha sido de total confusión, sobre todo porque la Bolsa estadounidense ha respondido con avances ante unos datos que no eran tan malos como los pronósticos. Esta lectura positivista de unos datos malos de solemnidad anula cualquier capacidad de análisis y lleva a una única lectura posterior de la crisis, referida a su duración.

El índice selectivo Ibex 35 ha perdido en esta semana el 3,53% debido a la exposición al riesgo de las grandes sociedades en el mercado latinoamericano. El comportamiento del resto de los mercados europeos no ha sido muy diferente debido a esas dificultades que encuentra en estos momentos cualquier intento de análisis.

En Alemania, los empresarios temen un estancamiento de la economía para este año y creen que en 2002 crecerá sólo un 1%, un dato inferior a las previsiones oficiales. Mientras tanto, responsables del Bundesbank afirman que 'por ahora' no hay recesión en la UE. Japón pasa por la cuarta recesión en esta década y Estados Unidos está entrando en ella, pues se pronostica una caída de hasta el 2% en el PIB del cuarto trimestre.

Los intentos de muchos analistas de limitar en el tiempo el impacto de esta crisis parecen condenados al fracaso o, cuando menos, al aplazamiento, como ya sucediera a lo largo de este ejercicio. Los resultados empresariales, en abierto descenso, son un dato en contra de esa opinión.

Uno de los pocos puntos de apoyo reales con que cuenta la renta variable es el bajo nivel de los tipos de interés, que anula el atractivo de otros activos competitivos. En el mercado secundario de deuda, la rentabilidad a 10 años ha caído en esta semana hasta el 4,62%, el nivel más bajo del año, en parte porque el dinero busca refugio en esos activos y, también, porque la tendencia de los tipos de interés sigue siendo bajista.

En este sentido, se espera que el BCE dé su brazo a torcer en cualquier momento y que rebaje el precio del dinero, algo que se da por supuesto con respecto a Estados Unidos, en donde nadie duda de que el décimo recorte de los tipos de interés está servido, a la vista de los malos datos económicos.

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