Los populares de La Línea se dividen tras la llegada de los tránsfugas

La llegada de los 16 concejales del Grupo Independiente Liberal (GIL) de La Línea de la Concepción a las filas del PP ha abierto la caja de los truenos en la agrupación local de este partido. Así, de cara al próximo congreso local del 9 de noviembre, se han presentado hasta cuatro candidaturas para encabezar el PP de La Línea.

La última de las listas que se ha registrado es la de Eloy García Moreno, quien ha ocupado la presidencia del PP linense en los últimos veinte años. García Moreno -que cuenta en su candidatura con la mayoría de los concejales que pertenecieron al GIL, entre ellos el alcalde, Juan Carlos Juárez- admite la división interna que existe en la agrupación local del partido desde que se les sumaran los concejales del grupo mixto (los que abandonaron el GIL) y parte de la militancia.

Además de la candidatura del presidente del PP de La Línea, se postulan el que fuese alcalde (y que, precisamente, perdió las elecciones frente a Juárez) José Antonio Fernández Pons y los actuales concejales del gobierno municipal José Luis Landero y Javier Sánchez Holgado.

Uno de los asuntos que desató hace ya semanas la polémica interna entre los populares linenses fue el anuncio de que Juárez será el próximo candidato del PP a la alcaldía, algo que disgusta mucho a la militancia histórica.

Municipios malagueños

El 25 de mayo de 2000, Izquierda Unida recuperó la alcaldía de Casares después de cuatro años de gobierno del GIL. El alcalde de IU, Juan Sánchez, incorporó a su equipo al ex regidor gilista, Francisco Herrera, después de las fallidas negociaciones con el edil del PP Diego Ledesma. El concejal popular se abstuvo en la elección pese a que ambas formaciones habían llegado a un acuerdo previo por el que éste pasaría a ocupar la primera tenencia de alcaldía y las concejalías de Urbanismo, Vivienda, Tesorería y Desarrollo Local, además de contar con un representante en Mancomunidad. Ledesma pidió más: turnarse en la alcaldía y que el pacto incluyese a cuatro de los cinco ex ediles del GIL. Sus exigencias provocaron la ruptura. Sánchez gobierna en el municipio con el apoyo de Herrera. La corporación está formada por cuatro concejales de IU, otros tantos del Grupo Mixto (uno de ellos, Herrera), uno del PP y una edil del GIL, que tomó posesión de su cargo el miércoles.

Seis meses después, se rompía el pacto anti GIL en Manilva. Emilio López Berenguer, ex regidor socialista, desbancaba de la alcaldía a su socia de gobierno, Antonia Muñoz, de IU, con el apoyo de los cinco ex ediles del GIL. El PSOE suspendió de militancia a los dos concejales, López y María Lozano, que firmaron la moción de censura junto a los ex ediles del GIL.

Ronda está pendiente de un hilo. Un pacto entre PP, PSOE e IU impidió que esta formación lograra la alcaldía del municipio, que por turno le corresponde ahora al socialista Juan Benítez.