Terrorismo contra las mujeres

Anualmente mueren más mujeres a manos de sus cónyuges, ex cónyuges, novios, ex novios o compañeros sentimentales que personas (hombres o mujeres) a manos de ETA. Es por esta razón por la que desapruebo el término 'violencia doméstica'. En mi opinión, se trata de 'terrorismo contra las mujeres'.

Me parece, cuanto menos, bochornoso que nos llevemos las manos a la cabeza cuando EH no condena los asesinatos y no cuando, con nuestro silencio y a veces con nuestras palabras, dejamos de condenar los asesinatos y la violencia física o psíquica de manos de los 'terroristas caseros'. La sociedad les apoya y encubre tácitamente, lo que nos convierte en cómplices. Igual que el brazo político de ETA, somos el brazo encubridor de nuestros 'terroristas de andar por casa', en definitiva, todos somos EH.

Convivimos con los otros, artífices del terror, diariamente, puede ser el carnicero, el cartero, su médico o su abogado. Puede ser su hermano, su padre o su amigo íntimo. Estamos rodeados de terroristas y no parece que eso nos angustie. Los cómplices de la barbarie somos todos nosotros y, sin embargo, no parece que eso nos preocupe.

¿Dónde está la Asociación de Víctimas del Terrorismo contra las Mujeres? ¿Indemniza el Estado a las cientos de familias que se quedan sin sus madres, hijas, hermanas?

Estamos hablando de un problema de Estado en el que no se puede tolerar que una mujer sienta miedo por el hecho de serlo. La Constitución nos ampara, ¿o no? ¿Qué sociedad es ésta que protege a auténticos terroristas? ¿Qué pensaría usted si le dijeran que tiene que compartir casa, habitación y lecho con su torturador?

Basta ya de los ataques verbales contra las mujeres, basta ya de justificar comentarios humillantes, basta ya de chistes burdos e hirientes. Y, sobre todo, basta ya de jueces y fiscales que miran para otro lado cuando se topan de frente con el terrorismo contra las mujeres.

Pero todavía nos queda el futuro, nuestros hijos. Ellos convivirán con los hijos de nuestras mujeres asesinadas. Serán hijos sin madre. Serán hijos de terroristas. Muchos de ellos contarán algún día cómo vieron a su padre cosiendo a puñaladas a su madre. Es entonces cuando contaremos a nuestros hijos que en España había dos tipos de terrorismo y que todos fuimos cómplices.