El PP rompe el pacto 'anti GIL' y presenta una moción de censura contra el PSOE en Estepona
Los socialistas anuncian que revisarán los acuerdos con los populares en Ronda y la Mancomunidad
El PP desató ayer una tempestad política en Málaga al anunciar la ruptura del pacto anti GIL en Estepona. A mediodía, el portavoz popular en el Ayuntamiento, Manuel Sánchez Bracho, registró una moción de censura contra el alcalde socialista Antonio Barrientos -que gobernaba con apoyo de PP, IU y PA-, después de pactar con siete de los nueve ex concejales del Grupo Independiente Liberal (GIL) que componían el grupo mixto. Los tránsfugas solicitaron el martes su ingreso en el PP. El PSOE acusó a los populares de deslealtad y anunció que revisará los pactos de Ronda y la Mancomunidad.
La moción, que deberá debatirse en el pleno el 10 de noviembre, está avalada por las firmas de los cuatro ediles del grupo popular y siete de los nueve ex concejales del GIL, que tramitaron su afiliación al PP el martes. Los firmantes proponen como alcaldesa a Rosa Díaz, delegada de Turismo y número dos en las listas del PP.
'Era una moción de censura anunciada desde hace mucho tiempo', comentó ayer el presidente local del PP y primer teniente de alcalde, Manuel Sánchez Bracho. Según el edil popular, el detonante de la ruptura habría sido la elección en julio del representante del municipio en Unicaja. Sánchez Bracho se hizo con el puesto tras aceptar los votos de los antiguos ediles de la formación que lidera Jesús Gil. 'Aquello no sentó nada bien a nuestro alcalde', dijo.
Sin embargo, tanto Bracho como el presidente provincial del PP, Joaquín Ramírez, habían subrayado hasta ahora la solidez del pacto cuatripartito. Ramírez, quien ayer optó por el silencio, había llegado a asegurar cuando se produjeron los acuerdos entre populares y ex gilistas en las localidades gaditanas de San Roque y La Línea de la Concepción que mientras él fuese presidente, el PP malagueño no acogería en sus filas a ex militantes del GIL.
En la conferencia de prensa que convocó tras registrar la moción de censura, Bracho se quejó de que, desde el verano, 'se han boicoteado' todos los proyectos de su partido, algo que niega el concejal de IU, Antonio Murcia, que ha sido enérgico al manifestar su apoyo a Barrientos. También lo negó ayer el propio alcalde, quien señaló que en el último pleno municipal 'el PP respaldó sin discusión todas las iniciativas del equipo de gobierno'.
Más allá de la pérdida de la alcaldía de Estepona para el PSOE, el acuerdo de populares y ex gilistas implica dejar en la cuerda floja otros pactos suscritos entre los partidos para apartar al partido de Jesús Gil de las instituciones malagueñas. Si se formaliza el ingreso de los siete ex ediles del GIL en el PP -algo que aún no se ha producido-, el PP podría optar al gobierno de la Diputación. Esta opción pasa por ganarse el apoyo del Partido Andalucista. Bracho invitó ayer a su representante en el Ayuntamiento de Estepona, Rafael Montesinos, a suscribir la moción de censura. La respuesta de éste no pudo ser más lacónica: 'Yo no voy a romper ningún pacto, pero no sé si votaré o no a favor de la moción de censura, porque nosotros queremos trabajar por Estepona, independientemente de quién sea el alcalde'.
Mientras que los populares de Estepona avanzaban la idea de lograr el apoyo del PA para gobernar la Diputación, fuentes de su Ejecutiva Provincial explicaban que Ramírez ha comunicado a su actual presidente, el socialista Juan Fraile, que el PP 'no va a ir contra él' en la institución.
Indignación
Quienes sí están dispuestos a revisar los acuerdos de gobierno en la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental -que preside Bracho- y el Ayuntamiento de Ronda, son los socialistas. Su secretaria provincial, Marisa Bustinduy, y el alcalde de Estepona, comparecieron ayer por la tarde ante la prensa para acusar al PP de 'echarse en los brazos del GIL' -recordando que los populares pactan en minoría- y para destacar la fragilidad de sus actuales acuerdos de gobierno con el PP.
Bustinduy recalcó que Ramírez 'queda en evidencia' tras este pacto y exigió explicaciones, y Barrientos recordó que cuatro de los ex ediles del GIL firmantes del pacto están imputados en una querella de la Fiscalía Anticorrupción por un supuesto delito urbanístico cometido cuando gobernaba Jesús Gil Marín. Añadió que el PP de Estepona está personado como parte perjudicada en la causa y que las relaciones de los Gil con sus ex ediles 'no están, ni mucho menos, rotas'.
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