Un biznieto de Ford, nombrado presidente de la firma a los 44 años

William Clayton Ford Jr, de 44 años, asumió ayer la presidencia y el poder ejecutivo en el segundo fabricante mundial de automóviles en sustitución de Jacques Nasser, de 53 años. Nasser fue durante los últimos tres años máximo ejecutivo de la compañía, aunque su mandato en el último año ha ido de fiasco en fiasco. El relevo supone el retorno al timón de un Ford, ahora el biznieto del fundador, por primera vez desde que en 1979 su tío, Henry Ford II, cediera el mando a gestores profesionales.

Fue el propio William Clayton Ford quien anunció ayer en Dearborn (Michigan) los relevos en la cúpula de la compañía, dirigidos, subrayó repetidamente, a concentrarse en el núcleo del negocio, el diseño y fabricación de coches. Al relacionar sus objetivos (concentrase en lo básico, calidad, fiabilidad, competitividad, escuchar a socios y clientes), el nuevo máximo responsable de Ford fue dejando en evidencia todos los puntos débiles de la gestión de Nasser.

Jacques Nasser asumió la presidencia en enero de 1999, con la compañía camino de superar a General Motors como primer fabricante mundial. Nasser llegaba con una reputación de implacable gestor en la propia casa, en la que había eliminado puestos de trabajo con tal decisión que se ganó el sobrenombre de Jac Cuchillo. Su objetivo estratégico fue superar el marco de fabricante de coches y crear una compañía de productos de consumo.

La pérdida de foco resultó catastrófica. Ford cedió terreno con respecto a General Motors, los problemas de calidad retrasaron el lanzamiento de nuevos modelos, los concesionarios se encontraron con que Nasser quería hacerles la competencia, los empleados denunciaron en los tribunales la política de personal..., todo ello rematado con el desastre del Ford Explorer, equipado con neumáticos Bridgestone / Firestone que se deshacían y que provocaron accidentes que costaron más de 200 vidas.

El pasado trimestre Ford presentó pérdidas por valor de 692 millones de dólares, segundo trimestre consecutivo con número rojos, y anunció un recorte del dividendo a la mitad. La medida afectó directamente al bolsillo de la familia Ford, que controla el 40% de las acciones de la compañía. Las horas de Nasser en Ford estaban contadas.

El sector del automóvil atraviesa un peculiar situación en EE UU. Los tres grandes (General Motors, Ford y Chrysler) venden como en los mejores momentos ayudados por promociones con financiación sin pago de intereses que les está resultando muy gravosa.