Guadalest firma un convenio urbanístico con un militante del PP antes de aprobar el PGOU
El Ayuntamiento recalifica 750.000 metros cuadrados rústicos en pleno valle para chalés
El Ayuntamiento de Guadalest (Marina Baixa), en manos de la derecha en los últimos 20 años, ha recalificado 750.000 metros cuadrados de suelo rústico en pleno valle para levantar una macrourbanización, con capacidad para 2.000 residentes. Los terrenos son propiedad de Vicente Pérez Valls, militante del PP de Altea, con quien el Ayuntamiento ya ha firmado un convenio para urbanizar la zona, antes incluso de la aprobación definitiva del primer Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la localidad que impulsa su alcalde, Juan Bautista Balaguer, del PP.
Los terrenos donde se levantará la urbanización se encuentran en la partida denominada Ferraget. La zona, a unos cuatro kilómetros del casco urbano de Guadalest, es un enclave de gran valor paisajístivo, flanqueado por las crestas de las sierras de Aitana, Bernia, Serrella y Xortà.
La titularidad de los terrenos, según confirmó ayer el alcalde, correspende al empresario alteano y militante del PP, Vicente Pérez Valls, que a las parcelas que ya contaba en la partida ha sumado otras que ha comprado en los últimos meses. Las adquisiciones las ha realizado a bajo precio. En concreto una familia le vendió una parcela de alrededor de 22.000 metros cuadrados a 200 pesetas el metro.
El alcalde aseguró que el Ayuntamiento firmó la pasada primavera ( 'en abril o mayo, no recuerdo muy bien', precisó) un convenio con Vicente Pérez Valls para la promoción de las viviendas, que incluye la aportación de un aval bancario de 10 milllones de pesetas por parte del empresario. 'Las obras comenzarán en cuanto se apruebe el PGOU, en unos cinco meses', señaló.
Juan Bautista Balaguer, que gobierna sin oposición política, señaló que la redacción del primer PGOU de la población, declarada conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural (BIC), comenzó a principios de este año, 'con el objetivo de adaptar la realidad urbanística a las nuevas necesidades del pueblo, derivadas del crecimiento turístico', puntualizó.
El PGOU ha sido aprobado inicialmente por la corporación y ha recibido tres alegaciones que el alcalde ha decidido rechazar antes, incluso, de que se celebre el pleno municipal en que formalmente se tienen que debatir. Cumplido el trámite formal, Balaguer asegura trasladará eñ PGOU a la Dirección Territorial de Urbanismo 'para su aprobación definitiva'.
Una de las alegaciones, presentada por el grupo Colla Ecologista la Carrasca, pedía la retira de la macrourbanización, 'porque no garantizará para nada la conservación del paisaje de la Vall de Guadalest'. El alcalde sostiene que el proyecto es legal, 'porque cuenta con el estudio de impacto ambiental del PGOU favorable', puntualizó. 'La zona ya cuenta con accesos, y con luz, sólo falta llevar el agua', añadió.
Mediano empresarioVicente Pérez Valls, propietario de los terrenos con el que el alcalde ya ha suscrito un convenio para urbanizar la zona, está considerado como un mediano empresario y un militante del PP afín al alcalde de Altea, Miguel Ortiz. Pérez Valls regenta una asesoría fiscal en la playa de L'Albir, en L'Alfàs del Pi, donde también cuenta con una agencia inmobiliará, dedicada básicamente a la compra-venta de viviendas y terrenos. El empresario es, a su vez, socio mayoritario del grupo inversor de Altea que explota una red de establecimientos relacionados con el sector de la hostelaría.
Diversas fuentes consultadas por este periódico, han coincidido en señalar que la compra-venta de terrenos es la actividad más destacada de este empresario en el ámbito del sector de la construcción. 'En el apartado de las promociones, lo característico es que constituye una sociedad limitada para cada proyecto, que disuelve cuando acaba la obra', apuntaron esas fuentes.
El portavoz de una las familias que vendió sus terrenos hace tres meses en la partida de Ferraget a Pérez Valls ha subrayado la peculiaridad de los métodos que utiliza para realizar las operaciones de compra de los terrenos por los que se interesa. 'Suele aprovecharse de la ignorancia de estos propietarios, en su mayoría personas mayores, a los que insta a vender, alegando el escaso valor de sus terrenos y su paulatina depreciación', señaló esta persona que prefirió mantenerse en el anonimato.
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