Grigori Chujrái, director de cine
El famoso director de cine ruso Grigori Chujrái ha muerto en Moscú a los 80 años de edad.
Debutó en el cine con la película El cuarenta y uno, trágica historia de amor entre un guardia blanco y una revolucionaria, que le valió un premio especial en el festival internacional de Cannes en 1957. Aunque en sus películas siempre tocó temas prácticamente prohibidos en la Unión Soviética, logró imponerse y hacer que sus obras no se quedaran en los estantes cubriéndose de polvo entre las cintas censuradas, sino que recorrieran tanto la URSS como el mundo entero. A la historia de amor imposible siguió La balada del soldado, primera película soviética en la que se describe la vida y las dificultades de un simple uniformado. Nikita Jruschov, en contra de la opinión del PCUS y de la Unión de Cinematografistas, apoyó al cineasta y ordenó que su filme fuera enviado a Cannes, y La balada del soldado ganó en 1959 la Palma de Oro.
Dos años más tarde filma Cielos limpios, en la que el protagonista es un piloto reprimido por el régimen estaliniano por el pecado de haber caído prisionero de los nazis durante diez días. A pesar de que gozó de la protección de Jruschov, no vaciló en enfrentarse a él, y contra su opinión, dar, en 1963, el gran premio del festival internacional de Moscú, que presidió, a Fellini 8 1/2, de Federico Fellini.
Chujrái combatió en la Segunda Guerra Mundial: a los 20 años marchó al frente como voluntario y sirvió en las tropas de paracaidistas; fue herido en cuatro ocasiones y condecorado con la Orden de la Estrella Roja por la defensa de Stalingrado (hoy Vologrado).-
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