Con la mente en otro sitio

El Real Madrid arranca partido en dos la semana grande del futbol español, la que precede al gran clásico. Durante dos días, medio equipo, el que forman los futbolistas de más peso, se relajará en Madrid bajo un plan individualizado y suave de trabajo, sin la vigilancia del técnico y sus principales ayudantes. El resto de la plantilla, con el refuerzo de un puñado de jóvenes canteranos llenos de ilusión, tendrá que exponerse al frío de Moscú y afrontar un compromiso sin contenido ante el Lokomotiv (18.45, Canal +). El broche intrascendente de la primera fase de la Liga de Campeones.

Los técnicos, también los jugadores, hacen esfuerzos por declararse centrados en la cita continental, dispuestos a cumplir con el prestigio de la camiseta que visten, pero no consiguen mostrarse convincentes. Todos tienen la mirada puesta en el duelo del domingo, en el Madrid-Barça, en el partido de todos los partidos que irrumpe en la Liga cada año. Tan evidente resulta que lo importante está a final de semana, que los escasos nueve futbolistas del primer equipo que viajaron a Rusia lo hicieron casi a regañadientes, sintiéndose más maltratados que afortunados por haber entrado en una convocatoria incómoda.

El más contundente en su intento de mostrarse respetuoso con el encuentro frente al Lokomotiv fue Vicente del Bosque. 'Entiendo su interés por relacionar mis declaraciones con el partido del domingo que con el de ahora, pero nuestro interés está en éste', dijo el entrenador, que acabó por reconocer su inquietud por las distracciones que la cercanía del Barça pudiera desatar entre sus futbolistas: 'Nuestro objetivo prioritario debe ser conseguir que el Madrid siempre esté bien representado por el mundo. Desde luego, nuestra gran preocupación actual son esas distracciones y la responsabilidad de hacerles ver que no existe ni un sólo partido que no tenga interés para este club. Se trata de disfrutar de jugar sin pensar en el resultado'.

El caso es que el Madrid defenderá ese objetivo voluntariamente sin Zidane, sin Figo, sin Raúl... Y los que con más resquemor miran hacia el equipo que lucirá el Madrid para cerrar la primera fase son los belgas del Anderlec, afectados, aunque remotamente, en la pelea por la tercera plaza del grupo con el Lokomotiv (los rusos les aventajan en dos puntos y en el balance particular). 'Nosotros nos hemos ganado el derecho', replicó Del Bosque a quienes pusieron peros a tanta ausencia, 'a manejar estas situaciones como más conviene a nuestros intereses. Pero no tengan duda, nosotros queremos ganar y acabar el mes de octubre con la misma tensión con la que lo hemos cruzado desde nuestra derrota en Las Palmas'.

Lo cierto es que el Lokomotiv-Madrid de esta noche no despierta expectación. Se quedaron en España las grandes estrellas, el presidente, Florentino Pérez, y hasta los aficionados. Tan solo dos seguidores, la cifra más baja que se recuerda en un club acostumbrado a numerosa compañía, viajaron con el equipo hasta Moscú. Se trata de una cita de trámite para la mayoría. Y, eso sí, de enorme preocupación para el departamento médico y físico del club, obligados a estar más alerta que nadie.

'La experiencia', reconoce Javier Miñano, el preparador físico, 'dice que estos viajes, por las condiciones duras y el cansancio que generan, suelen representar una carga. Nuestra ventaja es que los jugadores se han ganado el mérito de afrontar relajados esta jornada. Desde el verano sabíamos la fecha del Madrid-Barça, pero al final hemos salido favorecidos. Los futbolistas que se han quedado en Madrid tendrá una pauta de recuperación mayor. Y los que han viajado... habrá que intentar que se recuperen lo antes posible. Lo bueno es que ante la teoría de que dos días no bastan para recuperar del todo a un futbolista, estos tíos nos están demostrando semana a semana que sí pueden.

Lokomotiv: Nigmatulin; Sennikov, Chugainov, Lekgetho, Ignachevitch; Cherevchenko, Maminov, Loskov, Izmailov; Pimenov y Buznikin.

Real Madrid: César; Miñambres, Helguera, Pavón, Bravo; Macmanaman, Celades, Makelele, Solari; Munitis y Morientes.

Árbitro: Riley (Inglaterra).