La Filmoteca dedica un ciclo a las 'divas' italianas del cine mudo

El cine italiano fue conocido internacionalmente muchos años antes de que el neorrealismo, representado por autores como Rossellini, De Sica, Visconti, Fellini y Pasolini, elevara la vida cotidiana a la categoría de obra de arte. En realidad, nació en la década de 1910 y se expandió al mundo entero e incluso llegó a Estados Unidos. Era un cine en el que, por primera vez desde sus inicios, el personaje, en este caso el femenino, adquiría una importancia capital, más aún que la narración. A las actrices que protagonizaron esas películas se las ha llamado divas. La Filmoteca les dedica un ciclo desde hoy.

Probablemente sus nombres no son muy conocidos por el gran público, pero, según los estudiosos, ellas fueron las precursoras del star system de Hollywood. Ésta es, por ejemplo, la tesis de Gian Luca Farinelli, director de la Cineteca de Bolonia (Italia), que ha recuperado y restaurado las 10 películas de las que consta el programa de la Filmoteca de Cataluña. 'Las grandes divas del cine norteamericano, como Gloria Swanson, sobre todo, pero también Greta Garbo, Marlene Dietrich e incluso Marilyn Monroe', señaló ayer Farinelli al presentar el ciclo, 'muestran rasgos interpretativos de las divas italianas, como el exceso y el gesto antinaturalista, y, en el plano estético, la elegancia en el vestir'.

Francesca Bertini, Lydia Borelli, Mercedes Brignone, Pina Menichelli, Italia Almirante Manzini, Stacia Napierkowska, Ida Rubinstein, Eleanora Duse, Carmen Boni y Leda Gys son algunas actrices que encabezan este movimiento cinematográfico único que no duró más de 10 años, en el que confluyen diversas artes, en particular la pintura y la música -interpretada en directo en la sala-, y cuyos filmes destacan por la belleza de las imágenes más que por la historia que cuentan, algo secundario.

El ciclo arranca hoy en Barcelona después de recalar en una cuarentena de ciudades americanas y europeas con Assunta Spina (1915), protagonizada por Francesca Bertini (1888-1985), la diva por antonomasia del cine italiano. Sigue con títulos como Rapsodia satanica (1917), con Lydia Borelli (1887-1959) en el papel de una anciana que, a cambio de la juventud perdida, renuncia a amar; Il quadro di Osvaldo Mars (1921), donde la madrileña Mercedes Brignone (1885-1961), dirigida por su hermano Guido, se transfigura, en un montaje enormemente complejo para la época; La storia di una dona (1920), protagonizada por la belleza rubia Pina Menichelli (1890-1984), y L'innamorata (1920), con Italia Almirante (1890-1941) como protagonista, que tuvo sus más y sus menos con la censura. Completan el programa Effetti di luce (1916), interpretada por la actriz y bailarina Stacia Napierkowska (1886-1945); La nave (1921), la única película que rodó la carismática Ida Rubinstein (1883-1960), que enamoró a Gabriele D'Annunzio y trabajó en ese filme bajo las órdenes de su hijo Gabriellino; Cenere (1916), con Eleonora Duse (1858-1924), que también mantuvo una relación sentimental con Gabriele D'Annunzio y es seguramente la más conocida de todas las divas sobre todo por su trabajo en los escenarios teatrales, y Addio giovinezza (1927), protagonizada por Carmen Boni (1903-1963). Cerrará el ciclo el 16 de noviembre Napoli é una canzone (1927), con Leda Gys (1892-1957) en el papel principal. El documental Diva dolorosa, de Peter Delpeut, completa esta revisión sobre el cine de las divas italianas que propone la Filmoteca.