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Izquierda Unida busca en su nuevo proyecto una 'segunda oportunidad'

Mitin multitudinario de IU en Carmona

El nuevo giro que Izquierda Unida pretende dar a su proyecto político se vistió ayer de largo en un inusual mitin multitudinario en el castizo Teatro Cerezo de Carmona (Sevilla). La coalición -que ha visto cómo en los últimos años se desmorona electoralmente en todos los ámbitos- ha buscado en sus orígenes y ha decidido lanzar el manifiesto Otra Andalucía es posible, una especie de reedición de Convocatoria por Andalucía, la oferta que ideó a principios de los ochenta Julio Anguita, quien ayer asistió al acto como uno más.

El coordinador andaluz, Diego Valderas, citó al ya histórico dirigente cordobés para proclamar que la militarización del orden mundial y el neoliberalismo que impone la globalización han dado a IU 'una segunda oportunidad'. 'Aprovechémosla, salgamos a la calle y trabajemos con la gente', animó Valderas desde la tribuna, tras explicar, en síntesis, que lo que se quiere es canalizar y aglutinar a las organizaciones sociales y políticas que están a la izquierda del PSOE para formar un 'bloque alternativo', una 'alianza crítica y vanguardista' frente al bipartidismo.

El CUT no acudióPor eso subieron a escena representantes de colectivos diversos (Corriente Izquierda Socialista, USTEA, asociaciones de vecinos, CC OO, y el grupo de apoyo al pueblo saharaui). Y dejaron su testimonio de abrigo otros que no pudieron acudir: Andalucía Acoge, Derechos Humanos y Ecologistas en Acción. Se echó de menos el CUT de Juan Manuel Sánchez Gordillo, alcalde de Marinaleda, el partido más numeroso de IU después del PCA, que forma parte del hasta ahora sector crítico de Concha Caballero. No intervino ninguno de sus miembros ni se les vio entre las tramoyas del Cerezo.

Si Valderas puso sobre todo el acento en los mensajes de unidad, Concha Caballero, coordinadora de Sevilla, se volcó en las consignas de apertura y cambios. 'Este no es un acto de reafirmación de nosotros mismos, es un acto para construir fuera, para trabajar fuera', dijo y embistió contra la pobreza, la desigualdad y la destrucción de la naturaleza del 'sistema'. La dirigente crítica admitió que IU ha pecado en estos años de soberbia y ha ido tejiendo una red de aislamiento, aunque también ha puesto a prueba su resistencia 'sin hincar la rodilla'.

'Tenemos que aprovechar esta experiencia y con democracia interna aprender de los movimientos sociales, los jóvenes, las mujeres, la cultura y las universidades. Nosotros solos no podemos cambiar la sociedad, necesitamos a más gente', concluyo Concha Caballero, quien ha llegado a un entendimiento con Valderas sobre los contenidos de la nueva apuesta de IU, una vez que éste ha aceptado por fin el discurso de la refundación que propiciaron los críticos hace más de un año. Y así lo dejó claro ayer: 'No podemos permitirnos volver a cometer más errores, queremos construir de igual a igual, sin absorber a nadie, y recuperar la partitura inicial de IU'.

Los críticos aseguran que no se ha producido ningún pacto formal y que la dirección de Valderas ha interiorizado de forma natural la necesidad de cambios y apertura. También ha pesado que las municipales están a la vuelta de la esquina.

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