Contagio total
En nuestro mundo, todo tiende a mezclarse, a cruzarse, a formar sincretismos y collages. La otra cara de la globalización es un rostro compuesto por señales de culturas, folclores y pigmentos traspasados por un cromosoma que ha extendido cada vez más el capitalismo económico, el laicismo, la propagación de la democracia occidental. A despecho del islam más purista, de los últimos nacionalismos confucianos, hindúes o de otra escala, la realidad tiende hacia la composición de un tejido tramado en la diversidad occidentalizada. Desde los seres humanos hasta las máquinas, desde la historia pública hasta la privada, prácticamente todo tiende, con todo, a contagiarse. Los idiomas pierden su pureza y se motean con términos extranjeros, las ropas se forman con hechuras y estampaciones de otros lugares, los otros lugares se calcan de nuestra actualidad, y la actualidad es un espectáculo donde ante el televisor, sentados en la misma butaca, se ve una película policiaca norteamericana y un documental sobre el vudú en Benin; un debate sobre el cáncer de mama o la historia del ballet Bolshoi, mientras, a su vez, los aparatos también se superponen y el PC se conecta a la televisión, el microondas a Internet, el coche al correo electrónico, el frigorífico al teléfono móvil. Se yuxtapone vivir y trabajar, la oficina y el hogar, las librerías y los cafés, las tiendas de ropa y los restaurantes, los museos de Gehry y las salas de juego en Las Vegas, el avión y la sala de proyección, el aeropuerto y el supermercado.
'El hombre del siglo XXI', adelantaba Umberto Eco en 2000, 'será cada vez más un hombre mestizo, rico en identidades y de pertenencias múltiples'
Es la moda de los restaurantes de fusión, donde estilos orientales se juntan a recetas occidentales, y ha surgido el 'tex-sushi' o el 'sushi' cubano, que son una tropicalización de Japón
A despecho de las reacciones fundamentalistas, espasmos hacia el pasado, lo actual es una miscelánea de injertos, trasplantes e inseminaciones. Actual es el nombre de un festival que se celebra en Logroño a comienzos de enero de cada año y que reúne géneros tan distintos como la música, el cine, la palabra hablada y hasta el circo. En la literatura, en la pintura o en la arquitectura, el tiempo posmoderno se define por la acumulación de estilos y materiales heterogéneos, y el arte o la novela es hoy un mix. También en la política del consenso, en las fusiones de empresas, en la bisexualidad, en la iconología del travelo [travesti], en los bo-bos, en las corrientes migratorias, en los sabores de los chicles, los yogures o las nuevas bebidas refrescantes, se reproduce el sincretismo, el ensamblaje, el aliento de la mixtificación.
Antes, los híbridos eran productos del campo (el maíz híbrido, nectarina, nuevos tomates, rosas más resistentes) ahora también son productos de la industria del automóvil. El primer coche híbrido fue el minivan inventado por Chrysler en 1984 como una combinación de una furgoneta de reparto y una station wagon. Ahora hay modelos que son a la vez berlinas, monovolúmenes y 4 - 4, modelos donde se cruzan monovolúmenes con deportivos, berlinas con todoterrenos, berlinas con deportivos y deportivos con todoterrenos. 'Es cierto', declaraba Patrick Quément, director de calidad y diseño industrial de Renault, 'que durante mucho tiempo ha existido un automóvil para cada necesidad, pero nuestro reto es crear nuevos conceptos en función de la situación sociocultural. Por eso se verán cada vez más mezclas de estilos'.
Es la moda de los llamados restaurantes de fusión, donde estilos orientales se juntan a recetas occidentales y ha surgido, por ejemplo, el tex-sushi o el sushi cubano, que son una desvergonzada tropicalización de Japón. De otra parte, en los mercados occidentales ya se encuentran productos que hace poco sólo se hallaban en el país de origen. Frutos como el durián, el rambután, el salak, el mangostán, los lichis, la pitahaya, el tamarindo, la guayaba, el carambolo, setas como shimeji, enokitake, vulvarias y shitake, que presagian, según el cocinero Santi Santamaría, un cambio en la composición de nuestros platos.
¿Lo autóctono? ¿Qué significa esto en la alineación de un club de fútbol de la Champions League, en la plantilla de una corporación como General Electric o Philips, en el equipo de una producción cinematográfica? En diciembre de 2000 se realizó la entrega de los premios European Film Awards del año. El premio al mejor filme fue para la obra del danés Lars von Trier por Bailar en la oscuridad, coproducida por Francia y teniendo como protagonista a la islandesa Björk. El viejo que leía novelas de amor, estrenada en 2001 y basada en la novela del chileno Luis Sepúlveda, está escrita y dirigida por el holandés Rolf de Heer, producida por el francés Michelle de Broca y el español Iñaki Núñez, protagonizada por Richard Dreyfuss, y sus decorados son del español Gil Parrondo.
En cuanto a los festivales de música, algunos de los ejemplos clave fueron los festivales WOMAD (World of Music and Dance) de Peter Gabriel y su colaboración con artistas como Yousou N'Dour y Nusrat Fateh Ali Khan; las World Series de Mickey Hart con el sello Rykodisc, sus proyectos con los monjes tibetanos o los percusionistas africanos e indios, y su Endagered Music Projetc en colaboración con la Biblioteca del Congreso de EE UU; las participaciones de Ry Cooder con guitarristas hawayanos, mexicano-americanos, africanos e indios y la cooperación de David Bridie con músicos de Papúa Nueva Guinea más sus producciones de músicos aborígenes, islandeses y melanesios.
Wahabbismo
El fundamentalismo religioso del wahabbismo 'es la resurrección de un monstruo del pasado', escribía el historiador Antonio Elorza. La sublevación contra Occidente del islam más extremista es la manifestación de un síndrome de impotencia ante el éxito de una modernidad que la amenaza de muerte. Pero el mundo avanza en su conjunto hacia una inexorable secularización. Lo propio de hoy en religión es ser un poco de todo y nada de verdad del todo. Un poco de Oriente y otro de Occidente, algo de una creencia en boga y de otra en recesión. Se forman así, en correlación de la época, casos de un cristianismo sumita, un avicenismo anglicano o un budismo rasta-zen. Siempre en la tendencia de un relativismo cultural consecuente con la sociedad individualista.
'El hombre del siglo XXI', adelantaba Umberto Eco en 2000, 'será cada vez más un hombre mestizo, rico en identidades y de pertenencias múltiples. En el supermercado mundial de la cultura escogerá los artículos diversos según sus preferencias, sus valores y sus creencias'. Y se escogerán no de una vez por todas a lo largo de la vida, sino que la vida, como en otros aspectos (laborales, románticos, residenciales) tiende a convertirse en un continuado patchwork. La mayor movilidad en los puestos de trabajo, la mayor frecuencia en cambios de pareja, divorcios, modos de convivencia, afectan a la personalidad hasta producir una biografía 'redecorada', como dice Ikea, 'con varios yoes a su vez mixtos, cambiantes, diversos, modulares.
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