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Más de 20 años con la vara de mando, sin oposición política y sin párroco

Juan Bautista Balaguer ejerce un poder cuasi omnímodo desde hace más de 20 años en la pequeña y, a la vez, sugerente localidad de Guadalest. Balaguer llegó a la alcadía, encabezando las listas de la extinta AP, en las primeras elecciones tras la recuperación de la democracia. Su lista se hizo con los cinco concejales que integran la corporación. Así ocurrió elección tras eleccion, y Balaguer sigue, dos decenios después, aferrado a la vara de mando, aunque ahora bajo el paraguas de las siglas del PP. En esta formación goza de una elevada reputación, hasta el punto de que está considerado como hombre de confianza del presidente provincial del partido, Julio de España.

A su absoluto e indiscutible poder político, Balaguer suma otras particulades que refuerzan todavía más su omnipresencia en el pueblo. Por ejemplo, el alcalde, marido de la maestra del pueblo, es, a su vez, el director de la Caja de Ahorros de la localidad. Y tampoco en el plano religioso, el primer edil de Guadalest tiene oposición: el pueblo no cuenta con cura propio, ya que el que había optó por dejar la parroquía a raíz de un conflicto por las cuentas de la iglesia con los vecinos.

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Hasta ahora, los sucesivos mandatos de Balaguer habían transcurrido sin polémicas. No obstante, sus dos últimas iniciativas comienzan a causarle desasosiego. La primera es la propuesta de Plan General de Ordenación Urbana, que ya cuenta con la oposición de los colectivos cívicos y ecologistas de la zona.

La segunda, si cabe más reveladora del poder absoluto del que goza, le puede acarrear consecuencias politicas de mayor calado. Balaguer ha hecho un supuesto uso indebido de una subvención recibida de la Diputación de Alicante para asfaltar caminos rurales. El alcalde utilizó el dinero no para el proyecto inicialmente previsto -asfaltar un vial que conduce desde Guadalest hasta Benimantell-, sino que directamente asfaltó un camino, situado en un lugar opuesto, y que curiosamente llega hasta su chalé. La diputación ha abierto una investigación para revisar el destino esa ayuda.

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