Maragall dice que la moción también sirvió para fortalecer a Artur Mas

Pasqual Maragall no tuvo más remedio ayer que rendirse a la evidencia y reconocer lo que Convergència i Unió (CiU) venía afirmando desde el primer día: que el debate de la moción de censura, además de posibilitar que la opinión pública visualizara la alternativa de gobierno socialista, también ha servido para afianzar a Artur Mas como delfín de Jordi Pujol y candidato de la coalición nacionalista. Maragall pidió ayer a los cuadros de su partido un esfuerzo suplementario para poder ganar las próximas autonómicas.

La moción de censura monopolizó ayer todas las intervenciones del primer consejo nacional que el Partit dels Socialistes (PSC) celebra tras el debate parlamentario de la pasada semana. Los socialistas se sienten eufóricos por los resultados, y así lo transmitió en su discurso el primer secretario del partido, José Montilla. Entusiamo que, posteriormente, Maragall se encargó de suavizar, y lo hizo con un doble mensaje: admitiendo los errores y advirtiendo de los peligros que entraña la autoconfianza.

Pasqual Maragall reconoció implícitamente que los nacionalistas no erraron su estrategia al esconder a Jordi Pujol durante el debate, pues ello posibilitó a CiU 'sacar partido' de Artur Mas. 'Indirectamente y sin querer', reconoció el líder socialista, la moción de censura ha permitido fortalecer a Mas como candidato a la presidencia. 'Le dimos una cancha', añadió, 'que el reglamento del Parlament no le daba'. 'Cancha' que continuará en el futuro, pues Maragall anunció que a partir de ahora sus críticas no irán dirigidas a Pujol, sino a Mas. No obstante, el líder del PSC no evitó ciertos comentarios irónicos hacia el conseller en cap, de quien dijo: 'Es un buen jefe de la oposición, aplicado y estudioso'.

A pesar de admitir esta concesión al adversario, Maragall defendió las bondades de la moción de censura, pues ésta supuso, a su juicio, dar 'un grito de alerta' y evitar que el propio PSC se viera arrastrado por la política catalana de 'ensimismamiento' de CiU.

Ante el optimismo que reina en las filas socialistas y que ayer se demostró con la unanimidad con que el consejo nacional aprobó una resolución laudatoria de Maragall y de su estrategia política, el líder del PSC se esforzó en rebajarlo y en aleccionar a los dirigentes del partido de los riesgos que supone tanta euforia. Así, invitó al consejo nacional a consolidar 'territorial y sectorialmente' el proyecto socialista y, sobre todo, a granjearse el apoyo de ciertos sectores de la sociedad que CiU 'creía suyos', como por ejemplo el de los empresarios, aprovechando el crítico informe del Círculo de Economía. 'El empresariado catalán está diciendo que entre CiU y el PP no están construyendo una España óptima, sino una España en la que Cataluña no desempeña el papel que le corresponde', dijo.

Con anterioridad, Montilla empezó a aplicar la recomendación de su jefe de filas y centró sus críticas en Artur Mas y el líder democristiano, Josep Antoni Duran Lleida. Montilla afirmó que, a pesar del empeño de Duran durante el debate, su único objetivo es 'trabajar para que no le acusen de la derrota de Mas y poder dirigir CiU desde la oposición'. 'Duran', añadió, 'nunca se ha resignado a no ser candidato'.