Washington convoca un concurso de ideas contra el terrorismo
El Pentágono busca inventores, y los busca con urgencia. Para combatir al terrorismo ya no le bastan los productos del complejo industrial militar, las poderosas compañías que durante décadas han fabricado armamento y han impuesto su poder en Washington como denunció Dwight Eisenhower. Ahora el Pentágono reclama la ayuda de pequeñas compañías o de inventores que tengan una idea capaz de convertir en realidad los sueños de los militares, incluyendo los imposibles.
El Departamento de Defensa sueña con disponer de un mecanismo que permita ver a través de las paredes, un sistema infalible de identificación por la voz o un programa informático que detecte quién compra un producto susceptible de convertirse en explosivo o en arma química o bacteriológica.
Por una vez, el Pentágono ha decidido dejar de lado los trámites burocráticos y ha colgado en Internet algo que podría parecerse a una carta a los Reyes Magos, con 38 peticiones más o menos fantasiosas. Aunque algunos de los regalos se refieren a tecnología ya disponible, como los sistemas de identificación de un rostro determinado dentro de una multitud (se ha utilizado ya en estadios deportivos), la lista de los inventos con los que sueña el Ejército de Estados Unidos roza la ciencia-ficción. Además, hay prisa: quien se sienta en condiciones de fabricar uno de esos objetos debe presentar una propuesta de un solo folio antes del 23 de diciembre y comprometerse a entregar las primeras unidades en un plazo máximo de 18 meses. El dinero no es problema.
Polígrafos portátiles
La carta a los Reyes Magos se divide en tres apartados: en el primero, referido a la vigilancia, se pide, por ejemplo, un sistema global de vídeo que permita el seguimiento continuo de un inviduo, un polígrafo (máquina de la verdad) portátil para su uso en aeropuertos y centros de transporte, una base de datos tan amplia como para detectar conductas sospechosas y un ordenador que reconozca los idiomas de Oriente Próximo o detecte el más mínimo acento de esos idiomas en alguien que hable en inglés.
En el apartado de detección de armas, el Pentágono quiere aparatos portátiles para analizar la presencia de agentes tóxicos en el agua, métodos para descubrir si un individuo ha manipulado sustancias peligrosas y, puestos a soñar, 'un sistema que descubra instrumentos de guerra química y bacteriológica antes de que puedan utilizarse en un ataque'.
Para sus operaciones estrictamente militares, al Pentágono le iría bien un sistema de detección de escondites subterráneos o cuevas camufladas, un sistema acústico o electromagnético 'que detecte la presencia de enemigos' y un chaleco antibalas que pese muy poco pero detenga tanto proyectiles como armas blancas.
Se admiten propuestas hasta el 23 de diciembre.
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