El primer ministro de Holanda advierte contra el 'nacionalismo radical'

'Los dramáticos sucesos del 11 de septiembre' exigen 'mucho más' que las medidas militares contra Afganistán adoptadas hasta el momento, sostuvo ayer el primer ministro de Holanda, el socialdemócrata Wim Kok, antes de afirmar que es preciso también excluir de Europa el nacionalismo radical y no sólo el terrorismo. Kok expuso estas ideas durante el almuerzo que ofreció en La Haya a la reina Sofía y al rey Juan Carlos, quien defendió por la mañana que el Tribunal Penal Interncional (TPI) se ponga en marcha cuanto antes.

'Nuestro plan europeo de acción contra el terrorismo va adelante con toda fuerza', dijo Kok, quien destacó la orden europea de detención, la definición común de terrorismo y la lucha contra su financiación como las principales medidas de ese proyecto.

'Permítanme que deje algo bien claro: En las sociedades democráticas y libres, no puede haber lugar para el terrorismo, ni tampoco para el nacionalismo radical', añadió.

'Apoyamos con fuerza al pueblo y al Gobierno de España en sus esfuerzos por combatir a los grupos radicales terroristas que han causado tanto daño y dolor', concluyó Kok.

Tratado pendiente

Don Juan Carlos respondió al primer ministro holandés con un discurso en el que reiteró 'la urgencia' y necesidad de 'materializar cuanto antes' las medidas europeas, que incluyen también la simplificación de las extradiciones. El Rey aprovechó la oportunidad para afirmar que 'los Estados Unidos saben que pueden contar plenamente con nosotros en ese objetivo esencial' de combatir el terrorismo.

Sin embargo, el monarca había expresado antes su apoyo a una institución internacional poco grata para Washington: el Tribunal Penal Internacional (TPI). Creado en Roma el 17 de julio de 1998 como órgano idóneo para juzgar a criminales contra la humanidad, como el ex dictador Augusto Pinochet o, en la actualidad, Osama Bin Laden, el TPI no entrará en vigor hasta que el acuerdo sea ratificado por 60 países. Sólo 36 lo ha hecho hasta ahora. El recelo de EE UU, que teme que el nuevo tribunal sirva para poner en tela de juicio sus actuaciones encubiertas, explica en buena medida este retraso.

'Hacemos votos también por la pronta puesta en funcionamiento del Tribunal Penal Internacional, que tendrá también su sede en esta ciudad de la Haya', dijo ayer el Rey, tras considerar que 'las presentes circunstancias' exigen reforzar el compromiso 'con el desarrollo del derecho internacional, con la defensa de los derechos humanos y, en definitiva, con la paz'.

Don Juan Carlos pronunció estas palabras en la sede del Tribunal Internacional de Justicia, creado por la ONU en 1945 para resolver exclusivamente contenciosos entre Estados. El Rey lo presentó como 'una garantía más amplia de que los conflictos y las tensiones se van a resolver por medios pacíficos'. La segunda jornada de los Reyes en Holanda incluyó un encuentro con la colonia española y la inauguración en La Haya de la exposición titulada: De Picasso a Tàpies.