Carod avisa a CiU que tendrá 'el móvil apagado' cuando en unos meses le llamen para pactar
Duran considera que la actual situación no hace aconsejable un Gobierno cuatripartito
Otoño de decepciones para los soberanistas de CiU. Los partidarios del pacto bilateral entre la coalición nacionalista y Esquerra (ERC) ven cómo sus expectativas bajan muchos enteros. La reunión que ayer mantuvieron el líder de Unió, Josep Antoni Duran, y el secretario general de Esquerra, Josep Lluís Carod, contribuyó a ello. 'Ya no toca una oferta de pacto bilateral; la hicimos hace un año y Pujol la rechazó. Cuando quieran desmarcarse del PP de aquí a unos meses que no me llamen; tendré el móvil apagado o fuera de cobertura', dijo el dirigente republicano.
Aunque nadie se llamaba a engaño, allí donde Carod durante el debate de política general dijo pacto cuatripartito, algunos dirigentes de CiU quisieron leer acuerdo bilateral. Se teorizó sobre el acuerdo CiU-ERC como la gran oportunidad soberanista de acabar con la esquizofrenia de tener un corazón nacionalista y con el cerebro para administrar la acción de gobierno. Había ganas de cambio de pareja. Y allí donde en el debate de política general Pujol dijo un vago 'ya veremos' a la oferta de Carod, algunos leyeron un 'vamos a ello'.
Tras la marejada de los debates parlamentarios de política general y de la moción de censura, sin embargo, las aguas han comenzado a volver su cauce. Así, Duran quiso ayer dejar claro que no se puede pactar con quienes han presentado la censura a Pujol. El líder democristiano cree que en Cataluña no se vive una situación de emergencia tal que haga que haga aconsejable ese gobierno de concentración que propone Esquerra. 'Es bueno tener y buscar puntos de encuentro, pero Esquerra está en una situación de equidistancia que intenta no romper', subrayó el presidente del comité de gobierno de Unió. Tras este análisis, Duran exploró las posibilidades de un pacto bilateral CiU-ERC. La respuesta de Carod fue negativa.
Rueda de repuestoDesde la óptica convergente, lo óptimo sería mantener el siguiente equilibrio: CiU en el centro, apoyándose ora en el PP, ora en ERC. Duran no dijo tanto, pero sí avanzó que CiU está preparada para realizar su particular travesía del desierto el próximo año, cuando decida escenificar su distanciamiento de los populares. 'Debemos tener el coraje de perder votaciones cuando tengamos que defender nuestro ideario', subrayó el líder democristiano.
'El divorcio CiU-PP forma parte del guión', dijo un Carod que no está dispuesto a que ERC sea la rueda de repuesto convergente. 'CiU no se puede plantear a la vez un pacto sobre los presupuestos de la Generalitat con un partido nacionalista y de izquierdas con otro españolista y de derechas, porque eso es mezclar el agua con el aceite', agregó el líder de ERC. Quedó abierta la puerta a acuerdos puntuales sobre proyectos de ley, como ha sucedido hasta ahora. Pero poco más.
Un jarro de agua fría, pues,para quienes han defendido el acuerdo de CiU con Esquerra. Después de la entrevista con Duran queda una carta por jugar. Mañana jueves, el líder de ERC se reunirá con el conseller en cap, Artur Mas. Las expectativas de pacto van a la baja.
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