Denuncia
Un grupo de estudiantes de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) queremos denunciar públicamente los hechos de brutalidad policial acontecidos el 18 de octubre, y el hecho de que no fueran reflejados en ningún medio de comunicación de masas.
En primer lugar, entre las 12.00 y las 13.00, siendo ocho personas y con la intención de acceder a la calle de Alcalá, nos encontramos con un cordón policial en la plaza de Cibeles. Respetándolo y dando un rodeo a la manzana, llegamos a una calle que no estaba cortada, donde había cinco policías antidisturbios que nos impidieron el paso.
Es importante señalar que al resto de las personas que en ese mismo instante y posteriormente circulaban por esa calle no se les cortó el paso. Ante la negativa de explicarnos esta clara discriminación, solicitamos a los agentes que se identificasen con su número de placa, ya que el mismo no constaba en sus uniformes.
Con evidente tono irónico nos comunicaron que pertenecían a un cuerpo secreto, por lo que no tenían número de placa, e inmediatamente nos solicitaron nuestra identificación, que les fue facilitada. Durante media hora intentamos razonar con ellos, sin éxito alguno, acatando en todo momento sus órdenes de no avanzar.
Al cabo de dicho tiempo, y sin haber recibido de ellos ninguna explicación ni habernos sido facilitado su número de placa, dos de nosotros padecimos una agresión por su parte. Ante tal violencia, y sin posibilidad alguna de realizar acción que no llevase a más violencia, nos retiramos. Insistimos en el hecho de que los policías presentes se negaron en todo momento a cumplir con su obligación legal de identificarse.
En segundo lugar, le informamos sobre los hechos que tuvieron lugar entre las 13.00 y las 14.00 frente al Ministerio de Asuntos Exteriores. Participando en una concentración sin presencia violenta alguna por parte de los allí reunidos apareció un grupo de antidisturbios que, sin previo aviso ni intento de negociación pacífica, cargó brutalmente y de forma desmedida. Numerosos compañeros y compañeras sufrieron lesiones de diversa gravedad y dos de ellos, menores, fueron detenidos.
Apelamos a la necesidad de que la sociedad tenga derecho a estar informada sobre tales violaciones de la legalidad por parte de la policía, porque no se trata, para nada, de casos aislados, sino que esta brutalidad policial se viene repitiendo con alarmante frecuencia.
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