Tirón de orejas

Ante todo vaya por delante que soy un enamorado de EL PAÍS. Sin embargo quiero transmitiros mi malestar por la carta publicada el pasado domingo en la sección de opinión del lector de la Comunidad Valenciana, redactado por Miguel Ángel García, de Murcia.

De buenos y plurales, a veces nos pasamos. Y me explico: Como lector apasionado de este periódico desde que tengo uso de razón, y tengo 29 años, he resistido que en algún momento de máxima tensión política cuando gobernaban los socialistas me llegaran a menospreciar por leer EL PAÍS por considerarlo 'gubernamental', pero lo que no puedo por ningún concepto permitir es que mi periódico quiera ser más papista que el papa y permita, dando altavoces escritos, que insurrectos reaccionarios me insulten en mi propio periódico llamándome 'inculto'. Sobre todo porque no tengo medios para demostrarle a ese garrapato que este periódico lo leemos gentes que como yo somos católicos. Lo que sucede es que no somos católicos ultras ni vanidosos ni nos gusta insultar a nadie.

Por ello, me gustaría sin acritud darles un tirón de orejas porque no es posible que se tolere que el mismo periódico permita que nos insulten en nuestro corazoncito de lectores y seguidores fieles de EL PAÍS, publicando altanerías de sabiondos ególatras. A pesar de todo, un afectuoso saludo.