Una semana deliciosa con Ute Lemper, Battiato, Ruibal y Alboka

El apartado musical del Festival de Otoño arranca esta noche con Ute Lemper, la estrella alemana que el pasado año suspendió su actuación en Madrid por una pérdida repentina de voz. Lo continúa el italiano Franco Battiato, que viene a presentar su reciente trabajo Ferro battuto (Hierro forjado). Dos exquisitas actuaciones que sintonizan con una semana llena de delicias musicales. Los vascos Alboka se dejan acompañar de la húngara Martá Sebestyén, la sobrecogedora voz que ilustraba las imágenes más emocionantes de El paciente inglés, una de las últimas obras de arte del cine contemporáneo.

Resulta estimulante también la presencia por dos noches de Javier Ruibal, más que sus habituales comparecencias mensuales en Galileo Galilei, ya que presentará las nuevas canciones de Las damas primero, su nuevo disco que se pone estos días en las tiendas. El violín de Christian Howes se funde de nuevo con el piano de Horacio Icasto y el contrabajo de Víctor Merlo, mientras que Nacho Saavedra se dedica al arpa celta.

La batería de Paul Motian da continuidad al ciclo Emociona!!! Jazz; las percusiones de Rubem Dantas abundan en la fusión de estilos y en el Colegio de Médicos tiene lugar el ciclo flamenco A corazón abierto: el cante veterano de Chocolate, Agujetas o La Susi se compagina con el de Arcángel o El Pele. Las evoluciones que se aproximan de una forma u otra al flamenco pasan esta semana por el descaro de Los Delinqüentes o las investigaciones percusivas de El Gali.

Amaury Gutiérrez o Jamila y Jimmy Bidaurreta traen las sonoridades cubanas, mientras que Begoña Bang-Matu con La Orquesta Kingston se aproximan a Jamaica desde el jazz y el rocksteady. La Cabra Mecánica demuestra que la chulería castiza pasada por la rumba y el pasodoble no está reñida con el buen gusto, la diversión y las letras comprometidas.

El rock nacional discurre entre el de sabor urbano de los bilbaínos Platero y Tú o los madrileños Garaje Jack, y el de evocación mod de Brighton 64. La dominicana Ari mezcla rap con ecos caribeños. De fuera vienen Roxette y su rock comercial; Saxon, apóstoles del heavy clásico; Echo and The Bunnymen, con su pop oscuro, y Tindersticks, apostando por las voces susurrantes y las melodías apasionadas.