Inauguraciones, y 30.000 millones más

Mientras el consejero de Medio Ambiente, Carlos del Álamo, presidía en un pueblo de Ourense la solemne apertura del Centro de Interpretación de la Castaña, un autobús con periodistas fletado por la Xunta acudía a las afueras de Santiago para acompañar a Manuel Fraga. Allí, el presidente gallego llevó el maratón inaugural de los últimos días hasta las mismas cocinas de sus ciudadanos: acudió a dos domicilios particulares para estrenarles a sus inquilinos los nuevos teléfonos rurales instalados en la zona. Fue un digno colofón a la apoteosis de las tres últimas semanas, en las que Fraga ha inaugurado más de una treintena de obras, y el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, ha recorrdo Galicia prometiendo infraestructuras por valor de más de 30.000 millones.

Museos, congresos y casas rurales. Obras nuevas o ya concluidas hace tiempo, como los juzgados de Porriño (Pontevedra). Fraga no ha parado de mostrar a sus ciudadanos lo que el PP gallego llama la 'revolución silenciosa', los frutos de 12 años de Gobierno en los que Galicia 'avanzó más que en los 120 anteriores', según su propio presidente. Ese frenesí inaugural ha servido además para ocupar decenas de minutos de televisión. Los informativos de la cadena autonómica han seguido estos días un esquema inalterable. Tras informar sobre la guerra con Afganistán, llegaba el bloque de las buenas noticias: un Fraga omnipresente inaugurando obras aquí y allá. El apartado de información electoral quedó confinado a los minutos de cierre, cuando la audiencia cae, porque coincide con el inicio de los telediarios nacionales.

Pero además de protagonizar inauguraciones, Fraga también ha echado una mirada hacia atrás y en sus mítines se ha atribuido toda clase de logros: la creación de tres universidades, aprobada durante la presidencia del socialista Fernando González Laxe, y la construcción de los tres aeropuertos de la comunidad, que existen desde hace más de 20 años.

Fraga ha encontrado un entusiasta apoyo de su viejo amigo Álvarez Cascos, que ha estado en Galicia dos de cada tres días de la campaña. Desde su cargo de ministro de Fomento, ha repartido promesas en todas partes: circunvalaciones nuevas para Vigo y Pontevedra y mejoras en varios puertos. Obras que suman, según sus propias cifras, más de 30.000 millones.

Tampoco los alcaldes del PP se han recatado de utilizar el cargo y los medios municipales para pedir el voto. Los regidores de A Pontenova y Outeiro de Rei, dos municipios de Lugo, admitieron esta semana haber enviado una carta a sus vecinos con el membrete del Ayuntamiento reclamando el apoyo a Fraga. La concejala de Turismo de Sada (A Coruña) fletó desde la corporación autobuses para llevar mujeres a un mitin de Fraga y Ana Botella. El presidente había pedido el jueves a sus seguidores que 'digan 'no' a los que utilizan las instituciones con fines partidistas.