Madrid y Cataluña acogen la mayoría de las once factorías españolas que posee la multinacional

Los sindicatos han recibido con sorpresa y desconcierto la noticia de que el ajuste afectará a alguna de las 11 factorías que la multinacional francesa tiene en España, donde trabajan más de 5.000 empleados. Diversos representantes laborales mostraron ayer su extrañeza porque se plantee un reajuste en centros que siempre han sido rentables para la firma de componentes automovilísticas.

Las instalaciones de la empresa están repartidas fundamentalmente entre Madrid y Cataluña, aunque también tiene presencia en Andalucía y Aragón. En Madrid, posee fábricas en Getafe (distribución y sistemas eléctricos), Fuenlabrada (embragues), Alcalá de Henares (materiales de fricción) y Móstoles (sistemas de seguridad); en Cataluña, tiene plantas en Santa Perpetua (componentes), Martorellas (climatización), Olesa de Monserrat (seguridad), Sant Esteve (iluminación) y Abrera (sistemas electrónicos). La presencia se completa con la planta jiennense de Martos (iluminación) y la de Zaragoza (sistema de refrigeración).

Valeo es una de las principales firmas de componentes para el automóvil que están instaladas en España, un sector que movió el pasado año 23.760 millones de euros, de los que casi la mitad (11.730 millones) se destinaron a la exportación. Un sector que el pasado año registró una facturación récord. El anuncio de Valeo se suma a otros ajustes en el sector de la automoción. Así, las filiales de los principales fabricantes han comunicado recortes de producción, para adaptarse a la caída de la demanda.

Ford ha reducido la producción en 3.120 unidades en Almussafes (Valencia) mediante sendos paros técnicos a comienzos de octubre, y podría recurrir a esta medida nuevamente en los dos últimos meses del año. Nissan ha aprobado una regulación de empleo para sus plantas barcelonesas de Montcada y Zona Franca que afectará a 2.400 empleados, con un recorte de producción de 10.000 unidades.

Opel recortará su producción europea y podría ampliar la previsión de regulación de empleo de 20 jornadas para los últimos seis meses del año. Por último, PSA reducirá en 7.400 unidades su producción, aunque mediante la supresión de horas extras y la paralización de la planta los sábados y las noches de los domingos.

La situación no es mucho mejor en los concesionarios. La patronal Faconauto estima que la reestructuración del sector puede acarrear el cierre de cerca de 5.000 empresas y la pérdida de 35.000 empleos.