Zapatero augura que el final del ciclo de Aznar empezará con la derrota de Fraga en Galicia

El secretario general del PSOE se mostró ayer muy optimista respecto a las expectativas de su partido para las elecciones gallegas. Tanto, que, en un mitin en Pontevedra, José Luis Rodríguez Zapatero incluso vinculó su éxito en la batalla por la presidencia del Gobierno al resultado de los comicios. 'Pido el voto para poner fin al ciclo de Fraga en Galicia y para empezar el final del ciclo de Aznar en España'. También mostró su 'sonrojo y vergüenza' porque el dinero que el Gobierno ha destinado a ayudar a los refugiados afganos sea 'el mismo que dio a las empresas de Xosé Cuiña', conselleiro de Obras Públicas y teórico delfín del presidente Manuel Fraga.

El discurso de Zapatero estuvo centrado, como casi todos en las últimas fechas, en los 'valores y los ideales' que convierten, según él, a ese 'viejo y joven partido' que es el PSOE en la única opción razonable para el futuro. Éstas son las primeras elecciones de Zapatero como secretario general, y ha puesto en ellas todo su empeño. Tanto que cuando hoy cierre la campaña en A Coruña habrá estado en Galicia cinco de los 15 días que dura, que se suman a las dos jornadas que ha dedicado Felipe González.

Zapatero ve estos comicios como un primer paso en su camino hacia La Moncloa y se dedicó a ofrecer una explicación de lo que será su Gobierno. Como prioridad se marcó la política social, ya que en este momento, y por el 'abandono' del PP, 'la están haciendo las mujeres. En vez de guarderías tenemos abuelas', dijo. 'Los socialistas acabaremos haciendo un mundo igual para todos', 'por eso tengo tantas ganas de cambiar este país ya'.

También tuvo notas claramente gallegas, como una broma sobre el Fraga de los carteles 'que parece su nieto', o el 'sonrojo' que mostró por el escaso dinero destinado a los refugiados afganos, 290 millones, que comparó con los más de 200 millones de pesetas que el ministerio de Economía y la Xunta han destinado a 'ayudar' a las empresas del conselleiro Cuiña. El apoyo al candidato Emilio Pérez Touriño, del que se proclamó 'orgulloso', fue constante.

Zapatero no obvió las referencias a la situación política nacional. 'He llevado a la práctica una política educada y tolerante, para que no haya crispación. Y me importa más que nada. Pero quiero que sepáis y que sepa el PP que no confundan buena educación con debilidad. No toleraré ninguna amenaza del PP', dijo en clara referencia al fracaso de la negociación por los cargos institucionales ante una entregada audiencia de 1.200 personas.

Los socialistas, como ayer Zapatero, han evitado el asunto de los pactos con los nacionalistas, porque les podía 'dinamitar la campaña', según admitía alguno de sus dirigentes. El PSdeG busca los votantes del PP hartos de Fraga, y ese sector no quiere ni oír hablar del BNG. Pero, a pesar de los estudiados quiebros que Touriño ha desplegado cuando se le preguntaba por un acuerdo poselectoral, el asunto está muy presente. Tanto que el propio González, en Canal Sur Radio, aseguró que Touriño 'debe garantizar una mayoría de Gobierno alternativa bajo su responsabilidad, en el caso de que el PP pierda la mayoría como parece que está perdiendo', en alusión al pacto con el BNG.

Pero quien más ha hecho por poner en primer plano el pacto es Francisco Vázquez, alcalde de A Coruña y enemigo acérrimo del acuerdo con el BNG. La última de sus entradas apoteósicas en campaña la protagonizó ayer, cuando se hizo la segunda foto con Fraga en dos semanas, con motivo de la colocación de la primera piedra del nuevo Palacio de Congresos de la ciudad, y le prometió 'lealtad institucional'.