Los dominios del agua
Celín, en Dalías, acoge un importante legado musulmán y un área donde el agua es protagonista
Celín es una pequeña barriada de Dalías, municipio almeriense de amplia historia ubicado en la Alpujarra baja, en las faldas de la Sierra de Gádor. Los restos arqueológicos que aún conserva permanecen como testimonio pétreo de la presencia musulmana en la zona. Destaca, por su importancia histórica, el complejo arqueológico conocido como Los Baños de la Reina, situados en la misma barriada de Celín, al pie del cerro de Aljízar, un nombre que deriva de Al Hizán que era como se conocía a la colina en la época de los musulmanes.
Aunque el largo discurrir del tiempo ha ido desdibujando la estampa original de los Baños de la Reina, hoy insertados entre el paisaje de la fértil vega del lugar, su valor es indiscutible. De hecho, las guías turísticas del Ayuntamiento de Dalías destacan que se trata del único ejemplo completo de baños árabes en la provincia de Almería.
No es difícil localizarlos. Basta con llegar hasta Celín. Una vez allí, casi al término de la barriada, merece la pena abandonar el coche y emprender a pie el descenso que, por un pequeño camino, lleva hasta los baños.
La visita permite apreciar una planta rectangular compuesta por tres naves paralelas comunicadas entre sí y cubiertas con bóvedas de cañón. De la primera dependencia, que hacía las veces de vestíbulo, sólo quedan los muros laterales. La mejor conservada es la nave central, con una cubierta completa de tragaluces y restos de una pila de baño en forma de tinaja.
Sin embargo, durante la visita también se pueden apreciar huellas de usos posteriores que distorsionan el fin con el que los baños fueron concebidos. Y es que, los lugareños utilizaron desde antiguo el recinto legado por los musulmanes como corral para el ganado o almacén de productos agrícolas. Actualmente Dalías intenta recuperar la importancia de este monumento cuyo acceso está bien señalizado.
Sobre el cerro a cuyo pie están los baños, se levanta la ermita de Nuestra Señora de Aljízar, adosada a una torre del mismo nombre. La torre, con forma octogonal y más de nueve metros de altura, se remonta a la época nazarí del siglo XIV o XV. La ermita y la torre se presentan ante el visitante como una sencilla y blanca construcción, lo que no les impide dotar de singularidad al paisaje circundante.
Tras recorrer los baños y la ermita, se impone una visita al área recreativa de Celín, ubicada a pocos metros del núcleo poblacional de la barriada. Es una buena opción para recuperar fuerzas y homenajear la vista en un recinto cuajado de árboles, aves y agua.
Lo primero que llama la atención en esta especie de remanso de paz es, precisamente, el rumor constante del agua. Un arroyo aparece como el eje que vertebra el encanto del lugar. Por su parte, un buen número de patos y ocas incrementan el valor estético del lugar, dando forma a una peculiar postal.
El arroyo de Celín es el principal reclamo del lugar. El agua baja sin tregua desde la sierra y su presencia es más importante de lo que podría parecer en principio. Evidencia la existencia de un tesoro líquido escondido bajo tierra. Es el dominio del agua en una provincia vinculada siempre a la aridez.
Y es que la Sierra de Gádor, una de las más desconocidas de la provincia almeriense, cumple con un gran honor: abastece de agua a más del 75% de la población provincial. O lo que es lo mismo, a todos los habitantes de Almería capital y quienes viven en el Poniente.
El área recreativa de Celín, que se encuentra a 540 metros de altitud, no goza de una infraestructura destacable, ni ofrece grandes comodidades. De hecho, ni siquiera cuenta con un amplio recinto en el que llevar a cabo una comida campestre. Unas pocas mesas y algunos bancos de madera cubren el expediente.
Sin embargo, es un buen lugar para pasar la mañana de cualquier día festivo y puede servir como punto de partida para un agradable paseo por la sierra. La única condición es ser aficionado al senderismo y estar dispuesto a disfrutar del paisaje.
Si la visita a los Baños de la Reina, la ermita de Aljízar y el área recreativa de Arroyo Celín no es suficiente para el visitante, queda la opción de iniciar un ascenso a pie hacia la sierra que no defraudará. Las vistas que ofrece la sierra de Gádor compensan el esfuerzo.
Las fiestas de la luz
- Dónde. Para llegar desde Almería hasta la barriada de Celín hay que tomar la autovía del Mediterráneo y seguir las indicaciones que llevan hasta Dalías. Una vez en el pueblo sólo hay que seguir los indicadores que señalan dónde está Celín. Lo mejor es dejar el coche en esa barriada y realizar el recorrido a pie. - Alrededores. Dalías, con sus casi 3.700 habitantes, es un buen lugar para ser visitado antes de adentrarse en Celín. La iglesia o el casino son dos edificios que merecen una visita. Pero, sobre todo, lo mejor es recorrer las calles del pueblo. Un pueblo, del que, hasta no hace muchos años, dependía El Ejido. Una de las mejores épocas para visitar la zona es septiembre, cuando el calor no es tan intenso y el frío aún no ha llegado. Esa fecha tiene un atractivo añadido. En la tercera semana de septiembre Dalías celebra las fiestas en honor del Santo Cristo de la Luz, declaradas desde 1997,como Fiestas de Interés Turístico Nacional de Andalucía. Son las fiestas de la luz. - Y qué más. El Ayuntamiento de Dalías ha editado un guía turística de la Sierra de Gádor (300 pesetas) en la que se ofrecen diversas rutas y algunos datos básicos sobre historia, flora y fauna de la zona. La comida está garantizada en los numerosos bares y restaurantes de la zona. Para pasar la noche un buen lugar es la fonda Casa Amalia (950 49 40 39).
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