La mujer que trató de matar a su bebé está aislada por riesgo de agresión

La mujer que el domingo intentó matar a su hija tras darla a luz en plena calle en una barriada malagueña y su supuesta cómplice están aisladas del resto de las demás presas en la cárcel de Alhaurín de la Torre ante el riesgo de que sean agredidas por las demás internas. Ambas entraron en la madrugada de ayer al centro penitenciario, después de que el juzgado de guardia decretara su prisión incondicional bajo el cargo de asesinato en grado de tentativa.

Oksana N., la madre de la pequeña, ucrania, de 22 años, y María P.C., su compatriota y presunta cómplice, están separadas del resto de las reclusas que ocupan el módulo de mujeres, según informó la agencia EFE. Cada una ocupa una celda diferente y accede a un patio distinto al de las demás internas. Es más, tampoco participan en las actividades organizadas para el resto de las presas.

El aislamiento suele ser una medida que se aplica para estos casos en los que hay una repulsa social para sus autores. También suele emplearse en delitos como violación, abuso o agresión sexual. Generalmente, se mantiene hasta que, transcurrido un tiempo, el suceso que dio lugar a su encarcelamiento se olvida.

Estable y grave

Mientras tanto, la pequeña sigue hospitalizada en el Materno Infantil, a donde fue trasladada a media mañana del domingo. La niña fue rescatada por los vecinos de la Palmilla, que impidieron la intención de sus agresoras de asesinarla y arrojarla a un contenedor próximo al lugar en donde vino al mundo.

La pequeña está en situación estable dentro de su gravedad. Aún no ha salido de peligro, por lo que prosigue en la unidad de cuidados intensivos pediátricos del centro sanitario. Según el último parte médico, 'está en situación crítica por insuficiencia respiratoria aguda'. Precisa ventilación mecánica, sigue con medicación sedante y analgésica y con drenaje pleural bilateral por rotura pulmonar. La niña presenta tres heridas de arma blanca, dos en los pulmones y una en el cuello. Los facultativos dijeron el lunes que las primeras 24 horas eran decisivas. Las ha superado, pero sigue estando grave.

El miércoles, tras tomarle declaración a ambas detenidas, el juez les imputó asesinato en grado de tentativa. El magistrado encuadró la conducta en ese delito y no como homicidio, ya que tuvo en cuenta la indefensión de la víctima. En su comparencia ante el juez, la madre dijo que no recordaba nada de lo sucedido porque al agacharse a orinar, se dio cuenta que sangraba y se desmayó. Según su versión, recuperó el conocimiento cuando ya estaba en la ambulancia, tras el parto. Su presunta cómplice dijo que no sabía que Oksana estaba embarazada y que ni siquiera advirtió que había dado a luz porque creyó que simplemente estaba orinando. A pesar de estas declaraciones, el juez ordenó su prisión incondicional.