El velo de la memoria islámica

Un pintor, un fotógrafo y un escritor se han unido para aportar sus puntos de vista sobre la misma realidad: la pervivencia del islam en las comarcas regadas por el río Segura en la actualidad. Paisajes, costumbres, monumentos y tradiciones perviven intactos al paso del tiempo. El velo de la memoria. Tres miradas a la Murcia islámica es el título de la exposición que desde hoy y hasta el 7 de noviembre se podrá visitar gratuitamente en la Sala Juana Francés que la Generalitat Valenciana tiene en la avenida de Aguilera en Alicante.

Casi medio centenar de acuarelas, 36 fotografias y decenas de textos históricos y poemas son el hilo conductor de esta muestra que refleja la 'pervivencia y convivencia' de varias culturas en estas comarcas, y traslada al espectador en el tiempo a lejanos países.

Para ello el pintor Pedro Serna, inspirado en la escuela de Ramón Gaya, ha creado varias acuarelas de paisajes que nos recuerdan a cualquier región de Oriente. El fotógrafo Carlos Moisés ha retratado en blanco y negro las ciudades, monumentos, y parajes murcianos que todavía mantienen sus raíces nazaríes y musulmanas. Y por último, el periodista y escritor Antonio Parra ha puesto letra a estas acuarelas y a las instantáneas, rescatando de las bibliotecas algunos de los personajes y de los momentos históricos más importantes; como es el caso del pacto de Tudmir, sellado en abril del año 713 (año 94 de la hégira), que abre el tiempo de la época musulmana en estas comarcas que se prolongará hasta mediados del siglo XIII con la conquista cristiana.

'En una época de incomprensiones, fundamentalismos y xenofobia conviene revisar la historia, y ésta es sin duda una buena oportunidad', comentó ayer José Moreno, jefe de la obra social y cultural de Cajamurcia, entidad que ha organizado esta muestra que se estrena hoy en Alicante, y que luego visitará Madrid y Cartagena.

El origen del regadío en La Vega del Segura, la gastronomía, algunos dulces como el alfagol y las casas solariegas de la huerta murciana recuerdan a la presencia musulmana.

Los tres autores de la exposición de El velo de la memoria la han dividido en tres apartados distintos: del cuerpo, del alma y del espíritu. Así resumen tres vértices de aquella vieja civilización: los goces y cuidados del cuerpo, incluida la presencia del erotismo, que históricamente no ha estado separado de las prácticas religiosas; la aspiración a otra vida; la nostalgia divina de la mística, y los logros del espíritu mediante las obras literarias, en especial la poesía.

Fueron cinco siglos en los que Murcia ocupó un lugar importante en el conjunto de Al-Andalus, lugar de paso de numerosas rutas y conexión natural con el norte de África. 'Fue una época de convivencia pacífica, compartimos cultura, trabajo y vivencias', apuntó Moreno, quien destacó los 'rasgos poéticos' tanto de las pinturas como de las fotografías que integran esta muestra en la que se puede ver el interior de un salón neonazarita, varias cúpulas y conjuntos de casas rodeados de palmeras y paisajes desérticos.

Pero la exposición, sin pretender ofrecer un escrupuloso repaso histórico, recoge los acontecimientos más significativos de esos años como son la revuelta mudéjar de 1264, las rebeliones y movimientos de protesta que se suceden en la decadencia almorávide o la entrada el primero de mayo de 1243 del infante Don Alfonso con sus huestes en Murcia.

Pero en especial los tres artistas que se han unido para la ocasión se detienen en los personajes que fueron determinantes en estos años. Así por ejemplo, destacó la figura de Ibn Arabí, que nació en Murcia en el siglo XII y falleció en Damasco, considerado como uno de los principales místicos, poetas y filósofos del islam, conocido como Maestro Máximo; Muhammad ibn Mardanis, que gobernó entre 1145 y 1172, o Al-Dawla, que será el último gobernante árabe de Murcia.