Los sindicatos policiales critican el fallo de seguridad en el atentado de Madrid

Los sindicatos del Cuerpo Nacional de Policía criticaron ayer la descoordinación entre cuerpos durante el atentado perpetrado por ETA en Madrid el viernes, que permitió que una policía, la municipal, retirase por la tarde el coche bomba de la calle de Alcántara para llevarlo al depósito municipal de Colón sin saber que otra policía, la nacional, había acordonado la misma calle por la mañana tras una llamada de la banda. La central SUP achacó el fallo al director del cuerpo, Juan Cotino; la ANPU, a los municipales, y el SPPU, a nadie.

El Sindicato Unificado de Policía (SUP), mayoritario en el cuerpo, arremetió contra Cotino: 'La culpa es de la situación que atraviesa el Cuerpo Nacional de Policía de absoluta desorganización, apatía y desmotivación que tienen todos los policías por los años de nefasta gestión de Juan Cotino, en los que la inseguridad ciudadana ha aumentado un 10%', afirmó su secretario general, José Manuel Sánchez Fornet. 'Es evidente que el viernes hubo algún fallo, pero todavía no sabemos de quién', agregó Fornet, para quien la responsabilidad 'debería ser de Cotino'.

La Asociación Nacional de Policía Uniformada (ANPU) cree, por su parte, que debería haberse informado a la Policía Municipal de la alerta etarra de la mañana, cuya veracidad se comprobó por la noche tras el estallido del coche bomba en el interior del aparcamiento subterráno de la plaza de Colón, sobre el que 12 horas antes habían estado las máximas autoridades del Estado.

'La descoordinación no es por nuestra parte', dijo a Servimedia el secretario general del sindicato, Enrique Gómez, 'sino de la Policía Municipal, que alegremente se lleva los vehículos sin control. Supongo que no lo sabrían, porque de otro modo no se lo hubiesen llevado'. Gómez matiza que era difícil localizar el coche porque apenas se dieron datos del mismo.

Más neutro se mostró el Sindicato Profesional de la Policía Uniformada (SPPU). 'No hubo descoordinación ni falta de precisión o de celo' en las policías municipal o nacional, según su máximo dirigente, Francisco Javier Santaella. A su entender, ni el coche era 'especialmente sospechoso' ni era previsible que hubiera explosión alguna una vez terminados los actos de la Fiesta Nacional, principal objetivo de ETA en esta acción.

Para aclarar quién falló, Rafael Simancas, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, pedirá hoy la convocatoria del Consejo Local de Seguridad para que el delegado del Gobierno en la capital, Francisco Javier Ansuátegui, y el alcalde, José María Álvarez del Manzano, expliquen los 'graves fallos' del viernes, que permitieron retirar el coche del vado del edificio de Telefónica.

Precisamente por un atentado contra otro edificio de Telefónica, perpetrado en la calle de Ríos Rosas en abril de 1982, el fiscal ha pedido 20 años de cárcel para cada uno de los seis acusados de su preparación y ejecución. Los acusados son Ignacio Arakama, Makario, Francisco Javier Cervera, José Luis Sebastián, David Blanco, el arrepentido José Manuel Soares y Juan Lorenzo Lasa Mitxelena, Txikierdi. El juicio se inicia mañana.