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Reportaje:FÚTBOL | Octava jornada de Liga

El otro Kanu

Christopher, hermano del jugador del Arsenal, por fin vuela solo en el Alavés

Nwankwo Kanu es un tipo familiar. Añora Owerri, la ciudad donde nació hace 25 años, la capital de la pequeña provincia de Imo, en Nigeria. El jugador del Arsenal vive en Hadley Wood, un barrio residencial al norte de Londres, al lado de sus compañeros Vieira y Bergkamp, en una casa con cinco habitaciones, que llevan meses vacías, esperando nuevos ocupantes. Kanu se está topando con la burocracia británica, en un vano intento por trasladar allí a su familia. A sus padres, Iheme y Mgbokwo, pequeños comerciantes de la clase media nigeriana; a su hermano Godwin -el mayor de los cuatro hijos, antiguo futbolista que no cumplió su sueño de dar el salto a Europa- y a su hermana Nnennaya. Hay otro miembro más en la familia Kanu, el pequeño, pero éste tiene encarrilada su carrera profesional. Ya no necesita más la protección de su hermano. Se llama Christopher, es también futbolista y acaba de iniciar una nueva etapa en el Alavés. Fue el último fichaje de verano en la Liga.

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Christopher Kanu le debe a su hermano todo, o casi. Fue él quien le llevó a Amsterdam, cuando era un niño. Nwankwo acababa de ganar la Copa de Europa con el Ajax, y unas semanas después logró que su hermano pequeño, con sólo 15 años, se incorporara al equipo filial. 'Vi la final por televisión desde Nigeria', recuerda Christopher. 'Me quedé impresionado y me dije: ojalá un día pueda estar allí'. Tuvo suerte. En unas semanas, dio el salto desde su equipo, el Iwanyanwu, a la cantera del campeón de Europa.

La carrera de Christopher no se entendería sin Nwankwo. Han llevado vidas paralelas, salvo en la elección de sus nombres de pila. El mayor prefiere que le conozcan por su primer nombre, el africano (hasta la adolescencia se hizo llamar Christian). El pequeño, bautizado como Ogbonnaya Christopher, ha elegido el segundo, el europeo, por razones fonéticas obvias.

Juntos marcharon de Holanda al Inter, aunque con poca fortuna. Nwankwo ni siquiera pasó el primer reconocimiento médico. El doctor Volpi le dijo en Milán: 'No, tienes que esperar en el hotel. No vas con el equipo'. Tenía un defecto en la válvula de la aorta. Su vida estaba en peligro y todo indicaba que jamás volvería a jugar al fútbol. Pero el problema se solucionó con una operación a corazón abierto en Cleveland. 14 meses después estaba jugando. Su hermano, no. Quería hacerse con el lateral derecho del Inter, y no jugó ni un minuto. Acabó emigrando y empezó de cero en el Lugano suizo. Allí comenzaron a separarse sus vidas. Mientras Nwankwo fue al Arsenal para triunfaro, Christopher regresó a su hogar adoptivo, el Ajax, con un largo contrato que acaba en junio de 2002.

Ahora, a sus 21 años, por fin se ha emancipado. 'Mi hermano es como mi padre. Todo el mundo cree que debo jugar como él, y es imposible. Jugamos en puestos diferentes: él de delantero, yo de lateral derecho. Pero quiero ser alguien', recalca Christopher. Ha llegado cedido al Alavés, donde apenas tienen referencias de él, salvo que jugará con Nigeria la Copa de África y el Mundial (en el Ajax sólo jugó 15 partidos en las dos últimas campañas). Debe demostrar que es algo más que el hermano de Kanu. De momento, es suplente en Vitoria. A su favor tiene la reputación del Alavés, que saca de la nada futbolistas interesantes.

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