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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Reconstruir la izquierda

El huésped del dirigente socialista alemán, Oskar Lafontaine, se topa en la escalera de su casa con una caricatura en la que una gallina dice a otra: 'Me gustaría saber cómo se llega arriba sin convertirse en un cerdo'. Santesmases recuerda este detalle que bien podría presidir la carrera que se ha impuesto en Ética, política y utopía. Si nos representamos a la política como un 'llegar arriba', al poder, la pregunta es si el precio a pagar es renunciar a la ética y a la utopía, es decir, convertirse en cerdo.

Antonio Santesmases ocupa un lugar especial, quizá único, dentro de la filosofía política española. La mayoría de quienes la cultivan hablan de libros, traducciones en gran parte, en tanto que Santesmases, gracias a su formación sociológica y a su militancia política, parte de acontecimientos vividos que hemos conocido como noticias periodísticas: Mayo del 68, la caída del muro de Berlín, la entrada en la OTAN, la guerra del golfo, los triunfos y derrotas del PSOE, del SPD, votaciones en el Congreso sobre Kosovo, etcétera. Sobre ellos vierte una reflexión filosófica que tiene el don de la claridad y de la agudeza.

ÉTICA, POLÍTICA Y UTOPÍA

A. García Santesmases Biblioteca Nueva Madrid, 2001 330 páginas. 2.500 pesetas

Dos temas recorren el libro. En primer lugar, la relación entre ética y política: ¿hay que colocar a la ética extramuros de la política, fuera de ella y contra ella? Este punto lo discute con Javier Muguerza, cuya apuesta decidida por la acción moral queda desligada de cualquier esperanza en un mundo que reconcilie el ser con el deber-ser. La tensión irreconciliable entre ética y política está servida. La respuesta de Santesmases: si no queremos reducir la política a brazo largo de la economía hay que 'fundamentar la política en esa utopía racional de la que habla Elías Díaz'.

El segundo, el futuro de la izquierda. No corren buenos tiempos para el socialismo. La expansión planetaria del neoliberalismo, el quintacolumnismo de la Tercera Vía, las torpezas del socialismo y el fracaso del comunismo han creado una psicología a la defensiva entre la progresía más afín a impedir retrocesos que a promover progresos. Santesmases, sin embargo, no se resigna. Invoca la solvencia del proyecto ilustrado, la tradición laicista, la sensibilidad de los cristianos de la liberación; se alía con los análisis de A. Gortz, R. Miliband, P. Glotz, O. Lafontaine, E. Díaz o L. Gómez Llorente, para construir un planteamiento que resume así: 'Personalmente pienso que ni las posiciones vanguardistas ni las electoralistas conducen al socialismo. Sólo una estrategia reformista revolucionaria que parta de la cultura política de las sociedades occidentales, aliada con los nuevos movimientos sociales, es susceptible de conducir al socialismo'.

La fuerza del libro reside en detectar causas concretas a la derrota de la izquierda. Las cosas podrían haber sido de otra manera y pueden serlo. Este optimismo de la inteligencia contrasta con la posición de quienes piensan que no hay nada que hacer, aunque haya que seguir intentándolo. Se puede llegar arriba, sin convertirse en un cerdo. La duda que asalta al lector, al final del recorrido, es si la cultura triunfante no ha hecho metástasis en el dolorido cuerpo de la izquierda, lo que obligaría a repensar no sólo los fracasos sino los éxitos, los apoyos y hasta las convicciones de la izquierda. La brecha abierta en este libro, al buscar una reconstrucción de la tradición emancipatoria deconstruyendo el progreso destructivo, espera ser continuada.

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