Dilema aéreo europeo
La crisis de las compañías aéreas ha puesto a los políticos europeos en un dilema. Amenazando la supervivencia de las aerolíneas más débiles, ofrece la oportunidad de acelerar la consolidación de la fragmentada industria europea, y sin embargo ha puesto en riesgo tal objetivo al aumentar la presión política a favor de un apoyo estatal que perpetuara la infraestructura actual de esta industria.
El paquete de ayudas aprobado por la Comisión el miércoles es (...) un compromiso imperfecto. (...) Ha prometido, acertadamente, que las ayudas sean limitadas y temporales, (...) pero las decisiones verdaderamente difíciles han quedado pospuestas. Su resolución pasará una dura prueba la semana que viene, momento en que habrá de decidir si la oferta belga de hacer un préstamo a Sabena se ajusta a las normas de competencias vigentes en la UE. Debería decir que no. No hay justificación económica alguna para mantener con vida de manera artificial a un fracaso comercial de tal envergadura. (...) Bruselas también ha retrasado la decisión de hasta cuándo mantener los slots de despegue y aterrizaje. Debería ser más valiente. (...) La solución debería pasar por hacer que los slots sean más fácilmente negociables. (...) Con propuestas para un sistema de mercado que estimulara una competencia más agresiva.
La crisis actual supone un punto de inflexión en la política aérea europea. Si no se quiere que acabe siendo una oportunidad perdida, Bruselas deberá empezar a pensar de manera radical y actuar con resolución.
Londres, 11 de octubre
