Fraga reparte 14.000 millones entre agricultores y anuncia fondos de ayuda familiar
El PP gallego repartió ayer el premio gordo de la lotería electoral. En plena campaña, a sólo diez días de los comicios, el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, reunió a su Gobierno y aprobó el pago de 13.840 millones de pesetas a 2.100 agricultores que habían solicitado una ayuda para abandonar la producción. Poco después, ya como candidato, Fraga aprovechó un acto con 1.500 mujeres, al que asistió también Ana Botella, esposa del presidente del Gobierno, para anunciar nuevas desgravaciones fiscales por hijo y un aumento en las plazas de guardería.
Los 2.100 agricultores mayores de 55 años que habían solicitado las indemnizaciones por abandono de producción tuvieron que esperar a la campaña electoral para que la Xunta les diese la buena noticia. El consejo de Gobierno concedió el crédito necesario al Departamento de Agricultura a fin de que entregue a cada solicitante una ayuda de 6,5 millones de promedio. No se detuvo ahí el derroche de generosidad de Fraga. Terminado el consejo de Gobierno, le esperaban Ana Botella y 1.500 enardecidas mujeres, para las que reservó otro regalo: la promesa de que triplicará las desgravaciones fiscales por hijo -ahora son de 20.000 pesetas para el primer hijo, las más bajas de España- y que aumentará de 8.000 a 20.000 las plazas de guardería.
El acto sirvió también para que las mujeres del PP desagraviasen a Fraga tras los ataques recibidos por una frase -'hay que ver cómo tienen organizada la carne algunas chicas'- que la oposición y organizaciones feministas entendieron denigratoria. 'Éste no es un partido sexista y esas palabras se sacaron de contexto', proclamó la cabeza de lista del PP por Ourense, Inmaculada Rodríguez, ante un auditorio entregado.
Piropos
Tras los halagos recibidos, Fraga defendió sus polémicas palabras, como ya había hecho antes en la rueda de prensa posterior a su consejo de Gobierno, en la que llamó 'el casto José' al líder socialista, Emilio Pérez Touriño, por haberle calificado de 'viejo verde'. A las mujeres, Fraga les explicó que sólo había querido piropearlas. 'Y el día que nos prohíban los piropos a las mujeres, ya no habrá hombres en España', sentenció Fraga para regocijo de la concurrencia, a la que también colmó de entusiasmo la explicación de que el feminismo no está reñido 'con cederle el asiento a las señoras en el autobús'. El candidato del PP a la reelección tampoco se retractó de sus críticas a las parejas de hecho -'destruyen la familia', había dicho dos días antes-, que no suponen 'ninguna mejora' para la infancia y no están reconocidas por la Constitución.
Antes que Fraga, Botella presentó al PP como el adalid de la lucha contra la discriminación de la mujer y piropeó al fundador de su partido, 'que no cumple años, sino proyectos y programas'.
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