Kárpov traiciona a Kaspárov y jugará el Mundial, según la FIDE

Es una de las noticias más asombrosas que ha dado el ajedrez en los últimos años. La Federación Internacional (FIDE) asegura que Anatoli Kárpov disputará el Campeonato del Mundo, en Moscú del 27 de noviembre al 12 de diciembre, en lugar del torneo con Gari Kaspárov y Vladímir Krámnik, previsto del 1 al 12 de diciembre en la capital rusa. Las relaciones de Kárpov con la FIDE eran pésimas.

Este diario no consiguió hablar anoche, (madrugada en Moscú), con ninguno de los tres jugadores rusos. Pero sí con el griego Giorgios Makrópulos, presidente adjunto de la FIDE, y el nigeriano Emmanuel Omuku, director ejecutivo; ambos se encontraban en Moscú y aseguraron que Kárpov está inscrito para el Mundial.

Los dos negaron rotundamente que la FIDE haya ofrecido a Kárpov alguna cantidad de dinero adicional a los premios. "La FIDE envió la invitación para el Mundial a Kaspárov, Krámnik y Kárpov, que tienen derecho a jugarlo de acuerdo con las normas. Kárpov ha respondido afirmativamente, y el más sorprendido es nuestro presidente [el magnate ruso Kirsán Iliumyínov], que no esperaba esta noticia", afirmó Makrópulos.

Hace aproximadamente un mes, el georgiano Zurab Azmaiparashvili ofreció a Kaspárov "mucho dinero" en nombre de la FIDE por renunciar al torneo de las '3K' (organizado en homenaje al excampeón del mundo Mijaíl Botvínik) y disputar el Mundial. Ese hecho ha sido confirmado por Kaspárov y la FIDE. Fuentes próximas a la negociación indican que la cantidad ofrecida ronda el millón de dólares (unos 180 millones de pesetas). Sin embargo, Makrópulos y Omuku insistieron ayer en que "no hay dinero extra en el caso de Kárpov".

El estadounidense Owen Williams, representante de Kaspárov, se mostró "muy extrañado" desde Florida: "No puedo hablar ahora con Gari porque viaja desde Podolsk [su lugar de entrenamiento] a Moscú. Sé que el compromiso de las '3K' para disputar el Memorial Botvínik en los salones del Kremlin está reflejado en documentos. Pero desconozco los detalles y, sobre todo, si existe un contrato en firme, porque las actividades de Gari en Rusia están fuera de mis atribuciones".

La FIDE publicó ayer en sus páginas de Internet un comunicado supuestamente firmado por Kárpov, fechado en Viena, en el que se lee: "Es el momento apropiado para volver [a la FIDE]. Celebré mi 50º cumpleaños este año con cerca de 2.000 invitados en el Teatro Bolshói, y muchos de mis amigos me animaron a hacer esta jugada. Mi reciente victoria en el Memorial Najdorf de Buenos Aires me ha inspirado para luchar por el título otra vez".

El texto gira entonces hacia un estilo grandilocuente: "Yo logré que el título volviera a Rusia desde el Oeste en 1975 [al ganar por incomparecencia al estadounidense Bobby Fischer]. Ahora, en 2001, siento que es mi deber recuperar la corona desde el Este [en referencia al campeón actual, el indio Viswanathan Anand] y devolverlo a la Madre Rusia. Anand tuvo entonces [el año pasado, cuando ganó las eliminatorias en Nueva Delhi y la final en Teherán] la ventaja de jugar en casa. Ahora la tendré yo, dado que el Mundial es en Rusia".

El comunicado termina con una alusión al torneo de las '3K': "Me he puesto en contacto con el Comité Organizador para coordinar otra fecha a primeros de año. Apoyo con firmeza la idea de ese torneo en honor del gran Mijaíl Botvínik". Sin embargo, esa propuesta se acerca a lo absurdo por dos motivos: la final del Mundial está prevista del 16 al 26 de enero; y el torneo de Wijk aan Zee (Holanda), para el que Kaspárov y Krámnik están contratados, debe jugarse del 13 al 27 de enero.

En 1999, Kárpov demandó a la FIDE en el Tribunal de Arbitraje Deportivo de Lausana (Suiza) tras negarse a jugar el Mundial de Las Vegas (EEUU) porque la FIDE no le anunció las fechas con la antelación suficiente para anular otros compromisos. También alegó que el contrato para el Mundial de 1998 que ganó contra Anand, disputado en Lausana, establecía que el ganador sería campeón del mundo durante dos años; poco después, la FIDE adoptó la periodicidad anual del Campeonato del Mundo, aunque recientemente anunció que volverá a ser bienal. El proceso terminó con un acuerdo entre las partes: Kárpov retiró la demanda en enero de este año a cambio de nueve millones de pesetas.

Por otro lado, Kárpov ha manifestado varias veces su tajante oposición a los nuevos controles de tiempo -implican una aceleración drástica del ritmo de juego- que se aplicarán en el Mundial de Moscú. Por ejemplo, firmó en abril una carta abierta junto a Kaspárov y Krámnik en la que los tres se explayaban contra esa medida. Además, Kárpov está en contra de los controles antidopaje, cuya aceptación expresa se incluye en los contratos que deben firmar los participantes en el Mundial de Moscú, y tiene una opinión muy negativa sobre la capacidad de los directivos de la FIDE para gestionar este organismo. "La FIDE se puede reconstruir con relativa facilidad si se va Iliumyínov", dijo a EL PAÍS hace ocho meses en Linares.

Si lo publicado ayer por la FIDE es cierto, lo más probable es que el torneo de las 3K se suspenda. Krámnik se ha negado repetidamente -la última vez, hace una semana- a conceder un duelo de revancha a Kaspárov, a quien destronó en el Mundial oficioso de Londres, hace un año. Makrópulos y Omuku recalcaron ayer que "las puertas de la FIDE están completamente abiertas para que Kaspárov y Krámnik disputen el Mundial de Moscú". Pero eso sería aún más sorprendente que la asombrosa jugada de Kárpov.