El trazado del AVE por el Baix Llobregat supone una inversión de 60.000 millones

Los alcaldes del Baix Llobregat firmaron ayer un pacto con el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, en el que se establece el trazado del AVE por esta comarca, salvo en lo que afecta al aeropuerto, y que pueden presentar con orgullo ante su conciudadanos. José Montilla, alcalde de Cornellà, ha logrado cambiar el proyecto de trazado que partía en dos su ciudad sin compensación alguna. La alcaldesa de Sant Boi, Montserrat Gisbert (que excusó su presencia en el acto por motivos de agenda), consigue que el paso por el parque agrícola de su municipio se haga en parte por un viaducto y en parte soterrado.

El alcalde de El Prat, Lluís Tejedor, es uno de los más beneficiados. El paso por su población (900 metros en pleno casco urbano) pasará a ser soterrado. Esto permitirá crear un nuevo ensanche de la ciudad, que se beneficia, además, del desplazamiento que se hará con la autovía. En total, El Prat gana un espacio equivalente al 60% del suelo urbano actual de la población, y sin barreras.

El alcalde de L'Hospitalet, Celestino Corbacho, presumía ayer de que el pacto le proporciona una 'nueva ciudad'. L'Hospitalet está hoy partido por la línea de Vilanova, que sale por Bellvitge, y la de Vilafranca, que lo hace por el centro de la ciudad, con una estación junto a la Rambla de Just Oliveras. El primer tramo se cubre en su totalidad hasta Sants; el segundo, parcialmente hasta la estación. El presidente del Consejo Comarcal del Baix Llobregat, José Luis Morlanes, estaba exultante por el conjunto de la operación.

El convenio firmado ayer por los alcaldes, el ministerio y el Gobierno catalán, representado por el consejero de Política Territorial, Pere Macias, sólo tiene un carencia: deja fuera el trazado hasta el aeropuerto. Y lo hace con una fórmula esotérica que ni Álvarez-Cascos ni Macias acertaron a precisar, pese a que se les preguntó reiteradamente al respecto. El convenio dice: 'La Generalitat financiará la obra de acceso al aeropuerto de ancho UIC [europeo], en la medida en que garantiza que las obras y puesta en servicio de la intermodalidad ferroviaria en la terminal entre pistas se concrete en un calendario anterior al final del 2004'. Estas obras, añade el convenio, serán objeto de otro convenio.

El problema es que la redacción no deja claro si lo que debe estar concretado en 2004 es el calendario de las obras o la puesta en servicio. Lo segundo es muy difícil, porque la estación va en la nueva terminal, que previsiblemente no estará lista antes de 2005. En caso contrario ¿decaerá el compromiso del Gobierno catalán de pagar este tramo? Fuentes de Política Territorial entienden que el pago se hace para que la obra se termine en 2004, pero que si no fuera así, también se podría pagar la obra en todo o en parte. Formalmente, Macias y Álvarez-Cascos remitieron a ese convenio que 'se sigue negociando'.

El resto de las obras (que permitirán la entrada en Barcelona), en cambio, siguen sus pasos. Una vez aceptado el trazado, se inicia ahora el estudio de impacto ambiental, pero el ministro anunció que la contratación de las obras se hará en paralelo a esta declaración con el objetivo de ganar tiempo. Álvarez-Cascos aseguró que las obras del Baix Llobregat suponen unos 60.000 millones, a los que hay que añadir otros tantos para Barcelona, estación de Sagrera al margen. Asimismo, el ministro defendió que el compromiso de que el enlace con Francia se haga en 2005 sigue siendo válido para el Gobierno.