EE UU lanza una segunda ola de ataques sobre Afganistán

Fuerzas estadounidenses y británicas lanzaron ayer una nueva oleada de bombardeos y ataques con misiles sobre objetivos similares a los castigados 24 horas antes: instalaciones militares, baterías antiaéreas y centros de mando en la capital, Kabul, y en las ciudades de Kandahar y Jalalabad. 'No pararemos hasta que haya sido destruida la red terrorista. El objetivo no es ningún individuo o grupo en concreto', dijo Donald Rumsfeld, secretario de Defensa, al informar sobre los 31 objetivos alcanzados en los bombardeos del domingo. Según Rumsfeld, todos los objetivos fueron militares. El embajador del régimen talibán en Pakistán dijo que hay ocho muertos. La Casa Blanca subrayó que el enemigo no es Bin Laden, sino el terrorismo. Y en la ONU, Washington recordó que, en ejercicio de su 'legítima defensa', se reserva el derecho a llevar a cabo acciones 'contra otros Estados y otras organizaciones'. Cuando se cumplen cuatro semanas del atentado terrorista que mató a 6.000 personas en Nueva York y Washington, en EE UU cunde la preocupación ante la posibilidad de nuevas acciones terroristas.

Los ataques contra el régimen talibán han desencadenado manifestaciones islamistas en diversos países. La situación más tensa se vivió en los territorios palestinos, con tres muertos en las protestas contra Arafat disueltas por la policía de la Autoridad Palestina y su presidente, Yasir Arafat.