A todos los farmacéuticos

Me imagino que la gran mayoría de mis compañeros, tengan o no farmacia, ya tendrán noticia del cierre de la de Arroyo Frío, que se produjo el pasado 28 de septiembre por la autoridad sanitaria competente a instancia de los farmacéuticos de Cazorla, La Iruela, Santiago de la Espada y Santo Tomé, junto con, y a la cabeza de ellos, el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Jaén.

A este cierre se ha llegado como consecuencia de los múltiples recursos que han ido interponiendo ante la Administración (Consejería de Salud) y ante los tribunales (contencioso-administrativo en Jaén y Granada). Precisamente, esto es lo más sangrante; perdieron en Jaén y fueron, incluso, condenados a costas. Pero ellos, en su afán de arrebatarme la farmacia, volvieron a recurrir hasta que han ganado.

La farmacia ha estado abierta dos años y tres meses, y el servicio que se ha prestado a la población ha significado un paso adelante en la atención sanitaria de los habitantes de la zona y de todos los visitantes del Parque Natural más importante de España. Parece ser que esto no es importante para ellos, y no lo ha sido nunca. Que no vengan ahora conque lo que aquí debería haber es un botiquín de urgencia. ¿Por qué no lo pusieron antes?

El desprecio que sienten por la salud de los ciudadanos es evidente. Poco a poco están llevando a esta profesión a los niveles más bajos de estima social. La actitud puramente mercantil y corporativista del presidente y de algunos de los colegiados debe ser reprochada por todos aquellos que sólo queremos trabajar al margen de las disputas económicas de estos señores. Desde aquí les pido que respondan públicamente, si pueden, a los habitantes de la Sierra y a toda la provincia de Jaén por el daño que han hecho.