Intimidad del trabajador

Nuestro derecho protege el derecho a la intimidad de los trabajadores, pero este derecho tiene muchas y variadas vertientes.

La posible utilización de las nuevas tecnologías para vulnerar el derecho a la intimidad del trabajador ha suscitado ya numerosos conflictos ante los tribunales. Problemas como la posibilidad de intervención del correo electrónico, el registro de los ordenadores; la incorrecta utilización de los datos informáticos por las empresas, entre otros, han originado ya abundante jurisprudencia.

Debemos partir de la base de que la ley autoriza al empresario a adoptar las medidas que estime más oportunas de vigilancia y control, a fin verificar el cumplimiento por los trabajadores de sus obligaciones y deberes laborales, guardando siempre en su adopción y aplicación la consideración debida a su dignidad humana.

Esto significa que el empresario está legitimado para vigilar la utilización que sus trabajadores hacen de los instrumentos que la empresa pone a su disposición a fin de verificar que son destinados a fines laborales y no personales. El problema radica en que estas medidas de control en ningún caso pueden vulnerar los derechos fundamentales que todo trabajador como ciudadano tiene. Así los tribunales han afirmado que el contrato de trabajo no puede servir de título legitimador de recortes en el ejercicio de los derechos fundamentales.

¿Dónde está entonces el límite? ¿Hasta dónde llegan las facultades del empresario y dónde empieza el derecho a la privacidad del trabajador? Se trata de un tema en el que reina una enorme inseguridad, que se incrementa con motivo de la novedad que rodea todo lo que se refiere a las nuevas tecnologías.

En este sentido, a la hora de evaluar si una concreta actuación del empresario ha sido contraria a un derecho fundamental, el Tribunal Constitucional ha establecido al respecto que no se debe entender vulnerado el derecho fundamental cuando se trata de una medida justificada, idónea para la finalidad pretendida por la empresa, necesaria y equilibrada.