Milagro inglés en Old Trafford

En el mejor escenario posible, en Old Trafford, en el mítico Teatro de los Sueños, Inglaterra, en un agónico ejercicio de suspense, logró ayer la clasificación directa para el Campeonato del Mundo de Corea y Japón 2002 en uno de los partidos más dramáticos de su vieja historia.

Sesenta y siete mil quinientos espectadores aguantaron la respiración en las gradas cuando Beckham,elegido de manera unánime por la afición como el máximo culpable de la eliminación en el Mundial 98, puso el balón a sus pies y se dispuso a ejecutar una falta. Unos 25 metros le separaban de la portería. Unos 25 metros separaban a Inglaterra del imprescindible empate. Grecia le había sorprendido y vencía por 1-2 en su santuario, todo un sacrilegio. El reloj aseguraba que se llevaban disputados 93 minutos. Por fin, lanzó Beckham, un consumado especialista, y su disparo se fue a la red, por la escuadra, evitando al cuadro del sueco Sven-Goran Eriksson el sonrojo de tener que acudir a la repesca para sacar el billete mundialista, que también consiguieron ayer Rusia, Portugal, Dinamarca, Croacia e Italia.

Lejos de Manchester, en Gelsenkirchen, más de 50.000 hinchas alemanes aguardaban ansiosos la finalización no del partido que habían ido a ver, el Alemania-Finlandia, sino del que disputaba Inglaterra. Alemania, negada en el remate y sin fortuna, no fue capaz de borrar el 0-0 del marcador, por lo que su clasificación quedaba en manos del conjunto inglés.

Mientras Inglaterra perdía, Alemania soñaba. Pero, aunque ambos empezaron a la misma hora, el encuentro del rival se prolongó tres minutos más, el tiempo suficiente para que Beckham acariciara el balón con su pierna derecha, Old Trafford estallara de júbilo con el broche deseado y Eriksson definiera la tarde como 'maravillosa'.

Pero la tarde había sido realmente de infarto, de un horroroso sufrimiento para toda la afición inglesa. Su equipo, sin Owen ni otros titulares, jugó mal, rematadamente mal, en el primer tiempo. Grecia se adelantó gracias a un gol de Charisteas. Logró empatar Sheringham en el minuto 68, pero la alegría duró exactamente 60 segundos, los que tardó Nikolaidis en adelantar de nuevo a los suyos, que mostraron un sorprendente descaro quizá por aquello de que no se jugaban nada. Pero Beckham resolvió el entuerto, salvó a Inglaterra y provocó de rebote que Alemania sea la que tenga que acudir a la repesca, un asunto doloroso como demostraron la desesperación y las lágrimas de Kahn y sus compañeros, que supieron del para ellos triste desenlace en el mismo césped.

Tampoco faltó el dramatismo en Zagreb, donde Croacia y Bélgica se jugaban la primera plaza de su grupo. A los croatas sólo les valía la victoria y la consiguieron merced a un tanto de Boksic a 14 minutos del final.

En otro duelo directo, la República Checa consiguió a costa de Bulgaria, a la que goleó por 6-0, la segunda plaza de su grupo, lo que le permitirá enfrentarse ahora en una nueva eliminatoria precisamente contra Bélgica.

Ucrania y Alemania, por un lado, y Eslovenia y Rumania, por otro, también se verán las caras en esta última oportunidad.