Cámara oculta en la autopista

El Gran Hermano de verdad, el inspirado en 1984, de George Orwell, el ojo que todo lo ve, se instalará en los peajes de autopistas a partir del año que viene, coincidiendo con un aumento de las tarifas que puede superar el 12%. Ambas cosas (el ojo y el aumento) los prevé la Ley de Acompañamiento a la que ayer dio el visto bueno el Consejo de Ministros.

Esta ley establece que el IVA de los peajes pasará del 7% al 16% a partir del 1 de enero. Pero hace algo más: modifica la Ley de Autopistas de 1972 para permitir a las concesionarias fotografiar o filmar a los conductores con el fin de disponer de pruebas para poder denunciarlos en el caso de que decidan no pagar el peaje.

'No nos hace felices', explicó ayer un dirigente sindical de ACESA.

Lo cierto es que no pagar es algo que ocurre con harta frecuencia. 'Hay quien se salta incluso peajes de 85 pesetas. Cuanto más alto es el precio, mayor es la tentación y más son lo que pasan sin pagar', explicó la misma fuente, que prefiere guardar el anonimato.

Los trabajadores ya están autorizados para denunciar estos casos; hasta disponen de unos boletos para rellenar. Antes, en las papeletas de denuncia figuraba la palabra Tráfico, pero ahora ha sido suprimida. La mayoría de las veces, los trabajadores optan por hacer la vista gorda y no meterse en líos, aunque hay una determinada infracción de este tipo que procuran denunciar siempre que se produce. Se trata de la que cometen los conductores que optan por pasar sin luces y a gran velocidad por las cabinas de pago manual en las que aún no se ha instalado la pluma (la barrera móvil). 'Entre las cabinas acostumbra a haber gente moviéndose y esas conductas son muy peligrosas para estos trabajadores del control de peaje'.

Pero se puede evitar el pago con sistemas menos salvajes. Uno consiste, simplemente, en saltarse el control si no tiene barrera. Es poco utilizado. El conductor teme ser denunciado. El más utilizado es el conocido como la 'enculada'. Un coche se pega al de delante y ambos pasan juntos cuando se abre la barrera porque el primero ha pagado.

Este mismo método, pero a mayor velocidad, se utiliza en los peajes de teletac. En estos pasos hay también una segunda forma de evitar el pago: se trata de mantenerse con el coche o con la moto al ralentí y aprovechar que la pluma se levanta unos 50 metros antes de que llegue el coche provisto de teletac para colarse antes de que él pase. Se abre con tanta anticipación porque el sistema está pensado para que el conductor no tenga que parar y pueda pasar a una velocidad media de 50 kilómetros por hora. Este sistema es peligroso porque cualquier movimiento brusco puede ocasionar un choque. No obstante, se utiliza con frecuencia.

Los partidarios de este método de conducción de riesgo tienen, sin embargo, los días contados. El 1 de enero de 2002 podrán ser denunciados y sancionados. Las concesionarias confían en que esta posibilidad tenga un efecto disuasorio inmediato.

La medida era imprescindible con vistas a poder implantar un sistema de pago general internacional. El objetivo de este sistema es que un coche pueda cojer la tarjeta de la autopista por ejemplo en La Roca y pagar cuando termine el viaje, por ejemplo en París o en Milán. Y a la inversa. Pero la inversa podía ser oneroso para la concesionaria si si el hecho de saltarse la barrera en España resultaba casi impune.

ACESA ya instaló cámaras en La Roca hace algún tiempo, supuestamente para comprobar si los camiones que utilizaban los sistema de pago automático respetaban lo estipulado el relación al número de ejes.